Naturaleza y mar

Dos hoteles inolvidables para disfrutar de Ibiza y Formentera

Pikes Ibiza y Paraíso de los Pinos ofrecen alojamientos únicos, con carácter y llenos de encanto para saborear las dos islas

Piscina del hotel Paraíso de los Pinos, en Formentera.

Piscina del hotel Paraíso de los Pinos, en Formentera. / PP

Patricia Castán

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La proximidad de Ibiza y Formentera dibujan una escapada perfecta para enlazar unos días de diversión en la isla blanca con alguna jornada de relax, mar y naturaleza en su hermana pequeña. Los dos hoteles que proponemos destacan por su singularidad, su personalidad y su encaje en el entorno natural en el que se ubican, pero también a corta distancia de las playas.

Pikes, el alojamiento más auténtico e icónico de Eivissa

Cualquier adicto a Ibiza o todo mitómano que se precie deberían tener parada obliga en el hotel más icónico e irrepetible que tiene la isla. Pikes Ibiza es en sí mismo una experiencia que eleva a la máxima potencia una visita a uno de los destinos más deseados del mundo. En los últimos años, la oferta de alojamiento de lujo se ha disparado en la isla, compitiendo en diseño, glamur y precios astronómicos. Pero no exageramos si decimos que Pikes no tiene quien le haga sombra en cuanto a ‘feeling’ y carácter.

Empezando por visualizar a George Michael en su piscina cuando grabó el mítico videoclip de ‘Club Tropicana’ (Wham!) en 1983 y acabando por imaginar las locas noches de Freddie Mercury o Grace Jones arriba y abajo por sus muchos recovecos, en lo que era un punto de encuentro festivo más allá del alojamiento.

Piscina en el recinto de Pikes Ibiza.

Piscina en el recinto de Pikes Ibiza. / Pikes

Lo fundó el australiano Tony Pike, que llegó a la isla en los años 70, se enamoró de su esencia y tras adquirir lo que entonces era una finca rural la fue renovando y moldeando hasta convertirla en 1980 en un hotel super ‘british’ que aún mantiene ese latido, pero muy ‘cool’. El emprendedor aparece incluso en el mencionado videoclip, y se codeó con muchos artistas internacionales durante años. Incluso cuando vendió el hotel a Ibiza Rocks Group mantuvo su sello y siguió residiendo en las instalaciones, hasta su muerte en 2019.

Las habitaciones combinan el punto ‘kitsh’ en algunos casos, con un lujo contemporáneo y aderezado con algunos excesos. Pero cada una es una pequeña joya y tiene alguna historia o anécdota detrás.

Una de las suites de Pikes Hotel.

Una de las suites de Pikes Hotel. / Pikes

Han pasado décadas, pero el hotel –en el noroeste y próximo a Sant Mateu-- no ha perdido imán. Recientemente ha estrenado estancias (The Garden Suites Collection), que incluso incorporan jacuzzis a la fresca en el patio, en una pintoresca combinación de glamur y estilo neohippy. Aquí el concepto dentro-fuera se desvanece, porque uno se puede contagiar de la música exterior durante las fiestas, pero a la vez los espacios son muy cómodos para el descanso, con camas súper King.

Esas ocho suites que se integran en los jardines del recinto están firmadas por la diseñadora británica Lucila Swayne y combinan muebles mid-century con fabulosas fotografías de iconos transgresores de la historia del rock, techos de vigas de madera de sabina y detalles de latón. Un detalle definitivo son los kimonos de seda de diseño.

Restaurante en Pikes Ibiza.

Restaurante en Pikes Ibiza. / Pikes

Pero además el complejo tiene otras tipologías de alojamiento, desde habitaciones más pequeñas pero personalísimas (con vigas rústicas, azulejos, elementos de decoración excéntricos…) en el cuerpo principal del recinto a suites, junior suites, la Vivienda (“discretamente alejada de la acción”, resumen) y hasta una Residencia (para cuatro personas). En conjunto, sus 26 opciones permiten estar más cerca del meollo de zonas comunes, o más al margen. Según las ganas de sarao o calma del huésped, ya que en la casa se respira tanta libertad como hedonismo sin complejos.

Imagen de una de las fiestas que se celebran en Pikes Ibiza.

Imagen de una de las fiestas que se celebran en Pikes Ibiza. / Pikes

Pero Pikes es mucho más que un hotel, por lo que alojado o no, merece la pena disfrutar de alguna de sus fiestas. La programación 2024 promete, empezando por las noches en Freddies, el pequeño club en su interior, que antaño fue la suite del líder de Queen (celebró su fiestón de 41 cumpleaños, épico, en 1987). Son siempre divertidas. Con DJs a la altura, algunas noches temáticas y buenas vibraciones.

La plaza Mayor del recinto también es un punto de encuentro infalible, a la fresca y tan idóneo para un evento (de una boda desenfrenada a una fiesta de disfraces), como tomar un cóctel o algo informal en su bar.

El Pikes Restaurant también es ya una institución, con sus colores setenteros en rosa, oro y negro, con bolas de discoteca centelleando, azulejos llamativos, paredes de piedra y otros detalles únicos. 

Cenar con un cóctel debería ser obligado, aunque la carta fusiona producto ibicenco y nacional con muchas influencias internacionales. Cabe destacar el Love Food Brunch de la chef Tess Prince que arrasa en verano, así como el Pikes Sunday Roast dominical, capaz de satisfacer tanto a carnívoros como a veganos.

Colorida decoración de las zonas comunes de Pikes Ibiza.

Colorida decoración de las zonas comunes de Pikes Ibiza. / Pikes

Otros pluses que no olvidarás en una estancia en Pikes son su pista de tenis rosa chicle para mantener la forma entre fiesta y fiesta, o su sorprendente Rockcovery Dome, para practicar yoga y otras actividades wellness en pleno campo. Tampoco la exuberante vegetación de sus jardines, que conectan unas zonas con otras, o la recepción invadida de fotos de quienes se han alojado y disfrutado dejando su huella en la casa.

Este verano, la gran novedad festiva serán sus fiestas Manumission, para celebrar el 30º aniversario de las legendarias fiestas que nacieron en Ku en 1994. Serán, como corresponde, los lunes hasta el 19 de agosto. La gracia es que proponen regresar al pasado analógico (sin móviles ni redes sociales) y disfrutar de espontaneidad y sorpresas. Los DJ (de antaño y actuales) tendrán carta blanca. Y los invitados lucirán la consigna ‘Ven como eres o no vengas’ en una pegatina con su nombre.

Paraíso de los pinos: El oasis donde perderse, pero cerca de todo

En Formentera, pese a sus reducidas dimensiones y su ajetreo en verano, aún existen zonas donde sentirse aislado, relajado y en sintonía con el alma de la isla. Así que Paraíso de los Pinos hace justicia a su nombre, como un pequeño oasis en el interior de la isla que logra conjugar tres ventajas: tranquilidad, vistas al mar desde algunas partes del recinto y distancia idónea para visitar tanto playas como poblaciones en pocos minutos en coche, o dar agradables paseos.

Entrada a la recepción y el complejo de construcciones de Paraíso de los Pinos en Formentera.

Entrada a la recepción y el complejo de construcciones de Paraíso de los Pinos en Formentera. / PP

Se emplaza entre campos y caminos de muros de piedra que conducen a un horizonte azul. Pero su actual propuesta hay que agradecérsela a Lina Bustos, al mando desde 2011 y capaz de haber reformado con estilo esta finca de los años 70 que ahora se compone de 29 suites y seis lujosas villas muy mediterráneas y cómodas.

 El establecimiento cierra en los meses más fríos y resurge en primavera, ofreciendo distintos ambientes en función de la temporada. Fusiona a viajeros de todo el mundo enamorados de la pequeña isla, y mucho turismo nacional que conoce al dedillo Formentera y sabe que en este alojamiento encontrará un equilibrio entre exclusividad en los detalles, paz y la comodidad de poder hacer alguna comida o cena en ‘casa’, porque las habitaciones se estructuran casi como apartamentos con salón-cocina incluido.

Uno de los alojamientos de Paraíso de los Pinos.

Uno de los alojamientos de Paraíso de los Pinos. / PP

Imposible no sentirse de vacaciones, rodeado de naturaleza, flores autóctonas, un recinto encalado en blanco con contraventanas azules y fabulosas zonas al aire libre, sea en las terrazas de cada apartamento o los espacios comunes.

En el pequeño laberinto de suites hay tipologías variadas, para parejas o pequeñas familias, de hasta 4 o 5 personas, en un máximo de 65 metros cuadrados más terrazas. Cada una tiene su particular encanto, acaso por las terrazas o balconadas, por la vegetación que las enmarca o por la forma en que el sol se filtra por sus ventanas otorgando distintos ambientes en cada momento del día.

Montaje de la terraza del restaurante Es Mal Pas, en el hotel Paraíso de los Pinos.

Montaje de la terraza del restaurante Es Mal Pas, en el hotel Paraíso de los Pinos. / PP

Sobre blancas paredes y estructuras de yeso destacan sutilmente muebles minimalistas, con un ‘look’ natural pero cómodos, tonos turquesa y amarillos, combinados con maderas suaves, ofreciendo una esencia muy isleña. Todo ello plagado de detalles, desde los albornoces de baño al equipamiento completo de las cocinas.

En los espacios comunes, destacan las piscinas (una de adultos y otra infantil), el área de solárium, la pista de tenis, la zona estilo ‘lounge’ o haima donde relajarse al atardecer, y la parte de restauración, en especial su estupenda terraza cubierta.

En el Paraíso de los Pinos hay tiempo para el descanso y la desconexión, pero también para la hiperactividad si uno gusta. Un servicio de concierge 24 horas permite crear una agenda a la carta con experiencias personalizadas, pero también es posible tomar una bicicleta del hotel y recorrer los 500 metros que conducen a una playa, o adentrarse por los caminos rurales.  

Terraza donde también se sirven los desayunos y comidas en Paraíso de los Pinos.

Terraza donde también se sirven los desayunos y comidas en Paraíso de los Pinos. / PP

La experiencia vacacional no sería la misma, sin embargo, si no tuviese una oferta gastronómica sobresaliente que redondea el alojamiento. Para empezar, con un desayuno completísimo con producto de proximidad, tanto de buffet como de platos calientes que permiten afrontar una larga jornada de playa con energía.

Es Mal Pas es el nombre de su restaurante, mediterráneo pero con carácter, y muy fusionado con las raíces de la isla y la presencia de su mar y su huerta. Esta temporada que acaba de comenzar destacan platos como el carpaccio de gamba roja con papada ibérica, el tomate glaseado con agridulce de soja y sopa fría de sus jugos, la merluza negra con escabeche de verdura… Sin que falte un distintivo arroz meloso con pulpo y gambas.

Entrante de ostras en Es Mal Pas.

Entrante de ostras en Es Mal Pas. / PP

La propietaria nos explica el compromiso medioambiental de su proyecto, respetuoso con los recursos naturales y con minimizar la huella de carbono de sus visitantes, preservando al máximo la naturaleza y el entorno que lo hacen único. Han eliminado plásticos, utilizan papel reciclado y hay una gestión sostenible del agua, destaca.

Y aunque se trata de un establecimiento con estilo y diseño, cabe destacar que fuera de la temporada alta tiene tarifas muy buenas para una escapada de primavera u otoño de la que volver renovado. 

House of Wow, más que un restaurante de moda en Ibiza

El restaurante y multiespacio House of Wow, abierto en 2023 en Ibiza se ha convertido ya en una de las visitas imprescindibles en la isla. Destaca por su diseño, protagonizado por la vegetación y un mobiliario ecléctico e irrepetible, sumado al entorno natural. Pero no descuida la oferta gastronómica, con el heterogéneo y delicioso recetario de la chef Cristina Dueñas.

Situado junto a Santa Gertrudis, es un punto de encuentro ideal para comer, beber o socializar, así como para montar eventos o celebraciones, actos culturales o corporativos. Su terraza terraza chill out es otro de sus puntos fuertes, y al caer la noche se anima con música en directo o DJ hasta las 3.00 horas. Con precios muy contenidos para la isla.