Poderosa y temperamental Rachvetishvili

La ascendente 'mezzosoprano' georgiana triunfa en Peralada con un variado recital de canciones y arias de ópera

La 'mezzosoprano' Anita Rachvelishvili, la noche del miércoles en Peralada.

La 'mezzosoprano' Anita Rachvelishvili, la noche del miércoles en Peralada. / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / PERALADA

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Anita Rachvelishvili de fuego. Poderosa, tronante, dominadora del escenario, impuso su ley en la iglesia del Carme de Peralada con su natural expresividad y un dominio apabullante de sus recursos. La 'mezzosoprano' georgiana que, de la mano de Daniel Barenboim, sorprendió al mundo inaugurando con 'Carmen' junto a Jonas Kaufmann la temporada de La Scala en el 2009 con solo 25 años, abrió la semana de grandes voces del festival.

En una hora de recital despachó con autoridad un variado programa que le permitió lucir la flexibilidad y calidad de su instrumento. A sus 32 años Rachvetishvili mostró una seguridad, madurez y capacidad de control de su privilegiada voz que, sin duda, la ha de llevar a consolidar una gran carrera.  La artista, que ya había mostrado sus dotes en Peralada con el 'Orfeo y Eurídice' de La Fura en el 2011, discurrió en esta ocasión por los caminos de la canción y la ópera, con especial incidencia en los repertorios ruso y francés y una entregada interpretación, con excelente dicción aunque aun falta de matices, de 'Las siete canciones' de Falla.

EXQUISITA SENSIBILIDAD

Acompañada por un histriónico David Aladashvili, que se pasó de volumen en algunos pasajes de recital, Rachvetishvili fue de menos a más. Empezó con una irrelevante 'Ombra mai fu' de Händel y siguió con un lírica pieza de su compatriota Taktakishvili. La cantante despegó cuando llegó el turno de las tres canciones de Rachmaninov interpretadas con exquisita sensibilidad, especialmente la última basada en un poema de Pushkin.

Después de Fauré, la joven estrella dejó sin habla al personal con dos arias de 'Sansón y Dalila', especialmente la sensual y erótica 'Mon coeur s’ouvre a ta voix', expresión máxima de la seducción. El lamento caló en un auditorio absolutamente entregado a tanto arte. Con el efectismo de ‘Granada’ exhibió de nuevo sus imponentes agudos, aunque al final bordeó los excesos. Cuando, tras su delicado paseo por Falla, llegó su aclamada 'Carmen', la cantante no hizo más que certificar las razones por las que se ha convertido en la intérprete más solicitada para interpretar este rol.

Temperamental, voluptuosa y dominante hizo una verdadera creación tanto de 'Carreau! Pique! La mort!...' como de la habanera. Para agradecer las aclamaciones a su gran actuación volvió a repetir con ‘Carmen’ y atendiendo la demanda del público ofreció de nuevo la impresionante aria de 'Sansón y Dalila'. Imposible pedir más.