«No puedes mentir a la cámara, ella ve lo que sientes»

Entrevista a la actriz Jessica Chastain, que protagoniza el 'thriller' 'El año más violento', de J. C. Chandor

PAZ MATA / LOS ÁNGELES

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Salió de la cantera de una de las más prestigiosas escuelas de arte de Estados Unidos, la Julliard School de Nueva York, gracias a una beca concedida por Robin Williams, y se curtió en los escenarios neoyorquinos. Sin embargo, Jessica Chastain nunca pisó un plató de cine hasta los 27 años. Justo una década después, suma dos nominaciones al Oscar y una versátil carrera cuyo último hito es el excelente 'thriller' dramático 'El año más violento', de J. C. Chandor, que llega hoy a nuestos cines. La actriz pelirroja da vida a Anna, la maquiavélica esposa de un ambicioso inmigrante, Abel (Oscar Isaac), que trata de hacer fortuna sacando adelante un negocio de calefactores, lo que les enfrentará con el crimen organizado de la ciudad.

-Oscar Isaac y usted se conocen desde los tiempos de la Julliard School. ¿Cómo fue trabajar juntos?

-Maravilloso. Oscar es un actor de un enorme talento y siempre había querido trabajar con él. De hecho, yo propuse su nombre a J. C. [Chandor], no solo porque era el actor perfecto para el papel, sino porque ambos formábamos un tándem y estábamos dispuestos a trabajar por poco dinero sabiendo que se trataba de una producción independiente. Tengo plena confianza en Oscar y por eso me atreví a proponer ideas durante el rodaje y estuve siempre abierta a las suyas. Fue una gran experiencia, muy sentida, muy intensa, muy sincera, porque a la cámara no la puedes engañar; ella ve siempre lo que sientes.

-Uno sale del cine pensando que no le gustaría nunca enfrentarse a alguien como Anna. ¿Se identifica en algo con ella?

-No, somos completamente distintas. Para empezar yo soy vegana y sería incapaz de matar a un ciervo; más bien le haría el boca a boca para salvarle la vida (risas). Tampoco robaría nada. Pero cuando interpreto a un personaje que es tan distinto a mí trato de entenderle y de conectar al máximo con él. Yo procedo de una familia humilde y entiendo el miedo que tiene ella de perder de repente todo lo que tiene. Anna es una niña de papá, su padre es un hombre muy poderoso, y ella vive en una sociedad muy machista, pero le gusta asociarse con hombres poderosos y por eso anima a su marido a convertirse en uno de ellos. Creo que ella está más preparada para ese estilo de vida que él, es una mujer compleja, manipuladora, de las que gobiernan desde la sombra, y eso es lo que me gustó a la hora de interpretarla.

-¿Qué herramientas necesitó para dar vida a una mujer que vive y trabaja dentro de un mundo de hombres? 

-Su aspecto físico, para empezar. Me inspiré en la moda de esa época, en el maquillaje y el peinado. Giorgio Armani era el creador de moda, el diseñador más poderoso de los 80. Era como una estrella del rock. Anna es un mujer con dinero, así que pensé en el maestro Armani, le llamé y le pedí si podía vestir su ropa, sus modelos de esa época. Las uñas largas eran otro detalle que define la personalidad de esta mujer. Con esas uñas deja muy claro que no es ama de casa ni se dedica a bañar a sus hijos.

–'El año más violento' habla de inmigrantes y de su lucha por vivir el sueño americano. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-Para mí, más que una historia de inmigrantes es un estudio sobre el capitalismo y sobre la dirección en la que está yendo Estados Unidos. Por eso me gusta el final que le ha dado J. C., del que se puede sacar otra historia. Es como el principio de lo que están a punto de hacer, para bien o para mal. Eso me parece muy interesante.

-El año pasado, usted estrenó tres películas y este año otras dos. ¿En que se basa para elegir un proyecto? 

-Primero en el papel y luego en el director y el equipo de actores. Para mí actuar es trabajar en comunidad. Ya van tres películas en las que he trabajado con compañeros de la Julliard. Me encanta poder reunir a la gente y trabajar con ese espíritu de colectividad donde se origina tanta creatividad. 'Interstellar', 'La desaparición de Eleanor Rigby', 'La señorita Julia', las tres películas que se estrenaron el año pasado, fueron proyectos muy distintos pero en todos ellos se respiraba ese aire de comunidad. Es importante para mí sentir que no estoy yo sola haciendo una película.

-En el filme que acaba de rodar, The martian, vuelve al espacio. ¿Por qué esa fascinación por la exploración espacial?

-Porque en el anterior, Interstellar, no conseguí salir al espacio y me perdí lo más divertido. Nada más acabarla me llamó Ridley Scott ofreciéndome el papel de una astronauta que capitanea una misión espacial y no me lo pensé dos veces. Después de hacer Interstellar me he aficionado mucho a todo lo que tenga que ver con las exploraciones espaciales. Antes de comenzar el rodaje tuve la oportunidad de visitar la NASA en Houston y conocer astronautas de verdad, algo muy emocionante. Eso lo mejor que tiene mi profesión: poder descubrir, explorar y vivir experiencias que de otra forma nunca viviría.