¿Qué pasa si Grecia no paga sus deudas?

El país heleno se enfrenta a un corralito, un colapso financiero interno y la salida del euro

MONTSE MARTÍNEZ / BARCELONA

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La salida de Grecia del euro, que nadie quiere ni espera, es el último abismo al que se asoma Grecia si los acreedores cierran definitivamente el grifo por el impago de la deuda. Pero no es el único escenario demoledor. Una quiebra interna, ante la imposibilidad de pagar salarios públicos pensiones, también se dibuja en el oscuro horizonte griego si no llega a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE). Es decir, la troika, que ha dejado de llamarse como tal pero mantiene la oposición frontal a hablar de renegociar la deuda.

El fantasma del corralito

El día 30 de junio es una fecha para marcar en el calendario en el culebrón en el que se ha convertido la gestión de la deuda griega. Es el plazo límite que tiene Atenas para abonar 1.600 millones de euros al FMI y llegar a un acuerdo con los acreedores que abra la puerta otro rescate, más light pero rescate en última instancia. Hasta entonces, el Gobierno griego podría imponer un corralito financiero para evitar la fuga masiva de capitales del país ante el temor a un colapso del sistema.

Imposibilidad de pagar pensiones y salarios públicos

El Gobierno izquierdista de Alexis Tsipras no lo tiene fácil. No quiere someterse a las condiciones de los acreedores, que calificó de «humillantes», pero necesita ayuda para abordar, entre otras cosas, los pagos a los pensionistas y a los funcionarios a finales de este mes. La urgencia de alcanzar un acuerdo también se explica porque es una de las condiciones exigidas por el Banco Central Europeo (BCE) para mantener la línea de financiación de emergencia de la banca griega.

Un mes para evitar la bancarrota por falta de apoyo del BCE

Si el primer compromiso de Grecia es un pago de 1.600 millones de euros al FMI a finales de junio, tiene otro de 3.500 millones para con el BCE antes del 20 de julio. Un impago y la falta de acuerdo con los acreedores supondría la retirada del apoyo del BCE a la banca griega y, en consecuencia, la bancarrota. «Un fracaso sería el inicio de un proceso que conduciría a la quiebra y, finalmente, a la salida de la eurozona», dijo el gobernador del Banco de Grecia, Yanis Sturnaras.

La expulsión del FMI es una opción poco probable

La presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, que Grecia no tendrá más plazo para pagar el tramo de deuda que vence el 30 de junio. A partir de aquí, la institución tiene la potestad de iniciar un procedimiento que puede terminar con la expulsión del país. Sin embargo, esta opción es poco probable porque necesitaría el apoyo de la mayoría de los 188 Estados miembros, muchos de los cuales prefieren evitar este escenario extremo.

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