Escocia irá a las urnas sin saber qué poderes ofrecería Londres

El exprimer ministro laborista Gordon Brown presentó anoche la agenda sobre los nuevos poderes que serán transferidos al Parlamento de Escocia en caso de una victoria del 'no'. Brown, que es escocés, anunció el calendario de traspaso de mayores competencias en materia de finanzas, servicios sociales e impuestos. A pesar de ser una iniciativa de los laboristas, se considera que el plan tiene el visto bueno de los conservadores y los liberaldemócratas.

Los escoceses, sin embargo, irán a las urnas la próxima semana sin conocer el contenido exacto de la oferta. Para los independentistas se trata de un soborno y de una respuesta precipitada del campo del 'no', en el que cunde el pánico por los últimos sondeos que dan ganador al 'sí'.

De acuerdo con el calendario de Brown, los planes comenzarán a ponerse en práctica a partir del 19 de septiembre, el día después de la consulta. En octubre, el Gobierno británico presentará las propuestas de cambio. En noviembre, tras un mes de debate, se publicará el documento del acuerdo, cuyo borrador será tramitado como la llamada nueva 'Ley de Escocia' en enero próximo.

«El 18 de septiembre la elección es entre más poder para el Parlamento escocés dentro del Reino Unido o la separación del Reino Unido. Y para mí, la elección entre un Parlamento escocés más fuerte y la ruta irreversible, sin marcha atrás, del separatismo, está clara», señaló Brown.

Pérdidas millonarias

Las repercusiones del sondeo del domingo, en el que por primera vez el 'sí' tomaba la delantera por una ventaja mínima, se dejaron sentir ayer en la bolsa londinense. La libra esterlina se devaluó un 1,3% frente al dólar, con su cotización más baja en los últimos 10 meses. La caída vino a sumarse al 0,5% que ya perdió la semana pasada, cuando las encuestas empezaron a confirmar el avance de los independentistas.

En un mes, la divisa británica ha caído un 3,5%. También sufrieron pérdidas multimillonarias las grandes compañías con sede en Escocia, como la aseguradora Standard Life, el banco Lloyds Banking Group o el banco Royal Bank of Scotland. Algunas de estas sociedades temen tener que trasladar su sede al sur de la frontera en caso de una victoria soberanista.

Los independentistas echaron la culpa de las fluctuaciones de la libra y de la inestabilidad de los mercados al Gobierno británico por negarse a mantener «discusiones razonables» para alcanzar un acuerdo sobre la moneda en caso de victoria del 'sí'. Desde el otro lado del Atlántico, el Premio Nobel de Economía estadounidense, Paul Krugman, en un artículo publicado en 'The New York Times', advirtió a los partidarios de la ruptura de que «los riesgos de ir solos son enormes». «Quizás usted piensa que Escocia puede convertirse en otro Canadá, aunque también es posible que termine convirtiéndose en España, pero sin sol», comentó el economista.

Movilización

Sobre el terreno, la campaña ha cobrado especial ímpetu. Ambos bandos buscan movilizar a los electores y coinciden en que cada voto cuenta y en que el resultado será muy ajustado. El primer ministro británico, David Cameron, no tiene previsto viajar a Escocia esta semana y sus portavoces continúan afirmando que no cuenta con un plan de contingencia si triunfa el 'sí'.

El magnate de la comunicación Rupert Murdoch afirmó ayer en su cuenta de Twitter que la oferta de ampliación de la soberanía llega demasiado tarde. El sábado Murdoch había hablado con el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, para anunciarle los «buenos resultados» del sondeo que iba a publicar 'The Sunday Times', uno de los periódicos de su grupo.

El domingo, en otro tuit, Murdoch aseguró que los sondeos en poder de Salmond dan una amplia victoria al 'sí', del 54%, frente al 46% del 'no'. Existe incluso la posibilidad de que 'The Sun', el diario más popular de Murdoch, respalde públicamente a los independentistas.