LA ACTUALIDAD BLANQUIAZUL

Collet: «Nos marchamos para no poner palos en las ruedas»

El dirigente, dolido pero «orgulloso», asegura que el club necesita un cambio de rumbo

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RAÚL PANIAGUA / CORNELLÀ DE LLOBREGAT

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Tres años, dos meses y un día. Ese ha sido el tiempo que ha durado Joan Collet al frente del Espanyol. El dirigente blanquiazul cerró este miércoles su mandato iniciado el 19 de noviembre del 2012. «Parece una condena», bromeó Collet en una emotiva despedida en la sala de prensa del estadio de Cornellà. No había ni una silla libre. Allí estaban el técnico Galca, el capitán Javi López, veteranos como Rafa Marañón, el secretario de l'Esport Ivan Tibau, el presidente de las peñas, varios empleados y todo el consejo que dimitió en bloque.

«Sabéis que soy de lágrima fácil, no penséis que si pasa algo es porque dejo el cargo, es por lo emotivo de ver a la gente que hay aquí», empezó Collet, visiblemente emocionado. «Ha entrado un nuevo propietario, hemos puesto las facilidades que había en nuestra mano. Quizá habría sido mejor esperar a la junta».

VACÍO DE PODER

Esa reflexión reflejaba el malestar por un adiós obligado que deja al Espanyol durante unas horas en un vacío de poder evidente. «El club se queda sin presidente ni consejo de administración. Quizá no es muy normal. No se ha hecho un traspaso de poderes ni una transición. Nos marchamos para no poner palos en las ruedas, no dejamos el club a la deriva, pero sentimos que no es un acto de responsabilidad».

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En un largo y emocionado discurso, el presidente saliente rememoró su pasión por el club, iniciada en un momento muy especial. «En 1989, cuando el Espanyol bajó a Segunda, un culé tiró un cohete en Argentona. Ahí dimos un paso adelante los pericos de mi pueblo. Ahí empecé a engañar a mi mujer. Ese sentimiento como presidente de una peña se convirtió en pasión y empezaron las reivindicaciones». En 1997 entró en el Consejo y se mantuvo, salvo una breve temporada, hasta este miércoles. «Ha sido un orgullo enorme. Los últimos años han sido de muchas tensiones. Lo he pasado mal, me hubiese gustado disfrutar más, pero presidir el Espanyol es lo mejor que te puede pasar», valoró Collet, que se marcha junto a sus nueve consejeros.

SIN SÁNCHEZ LLIBRE

El dirigente miraba a su esposa, que también le acompañó en su adiós. Solo se echó de menos a Dani Sánchez Llibre. El expresidente sí estará hoy en la puesta en escena de Chen Yansheng, el nuevo propietario con el 54% de las acciones. Rastar Group, emitió este miércoles su primer comunicado como dueños del Espanyol, en el que detallaba su inversión inicial de 50 millones para asegurar la viabilidad del club. En marzo tendrá lugar la junta extraordinaria en la que Chen propondrá una ampliación de capital y se asegurará cerca del 80% del capital social.

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«Le deseo mucha suerte. Este club necesita un impulso que no sé si yo podía dar. He acabado desgastado», explicó Collet. Al último presidente le habría gustado que entrara savia nueva en el nuevo Consejo. No será del todo así. Con Sánchez Llibre como consultor externo, Chen contará a su lado con ocho consejeros, cinco de ellos chinos (tres hombres y dos mujeres). El resto son Ramon Robert, el abogado Adolf Rousand y el ingeniero Carlos García Pont. Collet, el presidente que peleó como nadie por el reparto equitativo de los derechos de TV, el dirigente que denunció hace días el «nacionalbarcelonismo», ya es historia.