Del centro de Barcelona a 1.000 metros de altitud en Montserrat sin barreras arquitectónicas

Desde ahora, llegar en silla de ruedas desde el centro de Barcelona hasta uno de los puntos más elevados y con mejores vistas del macizo de Montserrat en transporte público es posible. Ferrocarrils de la Generalitat ha terminado las obras de adaptación para personas con movilidad reducida de uno de los elementos y espacios más emblemáticos de sus servicios turísticos de montaña: el funicular de Sant Joan. Una intervención que, mayoritariamente, se ha centrado en el exterior de las dos estaciones (la inferior y la superior), pero que también ha obligado a realizar una remodelación de los andenes.

En el exterior, lo habilitado, tanto en una como en otra estación, es un itinerario mediante rampas para permitir esta entrada y salida del recinto sin barreras para, a través de un andén ahora también adaptado, poder acceder a los vagones que realizan el trayecto vertical.

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El recorrido de mayor envergadura es el que se ha construido a la salida de la estación de Sant Joan, tanto por el hecho de que se ha tenido que adaptar a una orografía más montañosa (está en la zona del Pla de les Taràntules) , como porque el itinerario permite no sólo acceder al andén, sino también llegar ahora sin obstáculos a este entorno y hasta la parte superior del edificio, donde el visitante puede ver la exposición del centro explicativo del Geoparque de la Catalunya Central y del Parque Natural de la Montaña de Montserrat y, sobre todo, acceder a la terraza y mirador que ofrece una espectacular panorámica elevada de la montaña y, en especial, de la zona de la abadía desde 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar.

Una adecuación que ha supuesto una inversión de 692.000 euros por parte de Ferrocarrils de la Generalitat.

Más que un medio de transporte

En relación a esta intervención, el presidente de la compañía, Antoni Segarra, ha explicado a Regió7, diario del grupo Prensa Ibérica, que "en Ferrocarrils ya hace unos años decíamos que el 100% de nuestras instalaciones de viajeros eran accesibles. Pero no era cierto, porque había un punto, allá arriba en Montserrat, que teníamos pendiente, como es este funicular. Ahora hemos resuelto esa deuda".

"Hemos resuelto el punto de accesibilidad que teníamos pendiente"

Antoni Segarra

— Presidente de Ferrocarrils

Segarra pone el acento en que, "ahora, personas con movilidad reducida pueden acceder desde la estación de plaza Espanya, en medio de Barcelona, hasta el mirador de Sant Joan de Montserrat sin barreras", ya que éste sería el punto final de un trayecto totalmente adaptado que incluye la línea de Ferrocarrils de Manresa (Llobregat) y el cremallera de Montserrat. La conexión entre la estación superior del cremallera y la inferior del funicular de Sant Joan se realiza mediante un ascensor.

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Con la materialización de esta adecuación, Segarra también subrayaba que “este funicular es mucho más que un transporte. Y Montserrat, para Ferrocarrils, va mucho más allá del cremallera. Los servicios de Ferrocarrils en Montserrat son ahora mismo los que están registrando mayor crecimiento, cada vez tienen más usuarios y este año estamos ya por encima de las cifras prepandemia. Por eso queremos cuidarlo mucho y darle un sentido que va más allá de unos medios que te transportan. Con la accesibilidad estamos hablando de actividades que podemos formular en estos espacios nuevas propuestas. Sant Joan se interrelaciona con la montaña y la naturaleza y eso le hace muy atractivo". Este funicular transportó el pasado año un total de 285.652 usuarios, lo que supuso un aumento del 40% respecto al 2022.

Ferrocarrils quiere avanzar ahora en la mejora de la accesibilidad sensorial de sus instalaciones

El presidente de Ferrocarrils apuesta ahora por "ir un paso más allá": "Porque hablamos de romper barreras como concepto de accesibilidad física, y lo que estamos trabajando mucho también en las estaciones es la sensorial: mejora de la señalización para las personas que tengan dificultad de comprensión, con los colores de pantallas, grafismos...».

Un servicio creado hace 106 años de historia

Inaugurado en 1918, el Funicular de Sant Joan fue construido para comunicar la parte exterior del monasterio con la ermita de Sant Joan, situada en lo alto del macizo, donde también está el mirador. El éxito alcanzado por la línea dejó claro rápidamente su baja capacidad de transporte y en 1926 fue sustituida por una nueva instalación, con un ancho de vía diferente y vehículos de mayor capacidad. En 1986 fue integrado en la red de FGC, y en 1997 fue sometido a un amplio proceso de modernización de las instalaciones y se dotó de nuevos vehículos panorámicos para que los visitantes pudieran gozar plenamente de las vistas y del trayecto. Es un recorrido de 503 metros con una pendiente máxima del 65%.

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