Collet: "Es una vergüenza la maquinaria nacional barcelonista"

Era en teoría una visita rutinaria y prevista, simplemente para aportar su juguete en un acto solidario de la federación de peñas del Espanyol, pero Joan Collet, el presidente blanquiazul, estaba este domingo muy caliente. Ardiendo. Tenía la ira acumulada por los comentarios del entorno culé. Considera que siempre que el Espanyol consigue un buen resultado en un derbi (cosa poco habitual, los pericos no vencen al Barça desde el 2007, con tres empates en los últimos nueve años) aparecen las misma palabras: violencia, patadas, agresividad. Comparadas con la actitud  ante el Madrid, por supuesto.

«Es una vergüenza que los de siempre en esta tierra enciendan la maquinaria nacional barcelonista. No he escuchado nada de los jugadores del Barça ni del entrenador y sí de los de siempre. Cuando pasa algo sale el tema de la violencia. Hay que decirles en la cara que es mentira», aseguró Collet.

MÁS TARJETAS

No hay duda de que los jugadores pericos jugaron con contundencia y la máxima intensidad. El árbitro castellano-leonés González González tampoco estuvo muy atinado y pudo castigar con más dureza a los locales, pero no parece motivo suficiente para el llanto. Luis Enrique, en ese sentido, fue el más certero. Tampoco el vestuario azulgrana se centró demasiado en ese aspecto. 

Los jugadores pericos, mientras, temen que esas críticas tengan repercusión en la Copa. Prevén una avalancha de tarjetas en el Camp Nou, quizá alguna expulsión. El sábado solo hubo cinco amarillas. «Cada vez que el Barça no gana se dice lo mismo. Fue un partido  normal, el árbitro estuvo muy bien. No vi jugadas de expulsión», reflexionó Collet. 

Según las críticas azulgranas, hombres como Diop, Álvaro o Hernán Pérez tuvieron que ser más castigados por sus encontronazos con Luis Suárez, Mascherano y Neymar. «Igual todo esto sirve para marcar al árbitro del día 6. Quizá alguno estaría más cómodo si en el minuto 20 ya nos han echado a algún jugador o tenemos a cinco o seis con amarilla».

«UN PARTIDO PARA HOMBRES»

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Collet cree que el meritorio empate se ha visto ensuciado por esas quejas, algo que no está dispuesto a aceptar. Tampoco escuchó ningún grito racista a Neymar. «Yo estaba allí, como las 30.000 personas. Todo son mentiras. Fue un partido de alto riesgo y no hubo ninguna incidencia. La afición dio un ejemplo. Que nadie quiera tapar un resultado positivo y que nos da credibilidad. Fue un encuentro para sentirnos orgullosos y que genera mucha ilusión para el futuro».

Los jugadores también defienden su trabajo y rechazan cualquier acusación de violencia. «Fue un partido para hombres sin ningún tipo de agresividad. En ningún momento nos dimos patadas con mala intención. Lo que piensen ellos me da lo mismo. No seremos violentos en el Camp Nou, pero intensidad no nos faltará, eso es seguro», vaticinó el joven Joan Jordán. Collet lanzó su último dardo: «A aquellos personajes que tienen la suerte de opinar en este país les digo que busquen otros argumentos si no les gusta el resultado. Y que nos dejen en paz».