LA JORNADA DE LIGA

El memorable gol de Neymar: tres toques, dos segundos

La disección al detalle del mágico tanto ante el Villarreal, con sombrero de espaldas incluido

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Recibe el balón de Suárez, que ha necesitado casi cinco segundos para galopar por la banda izquierda, y en tres toques dibuja un gol que él ya había visto en su mente. Amortigua la pelota con el pecho, gobernando con celeridad y, al mismo tiempo, con la calma necesaria para burlarse de Jaume Costa con un autopase con la pierna derecha. Todo tan inesperado para los demás que ni intuyen lo que está tramando Neymar. Dos toques y el defensa del Villarreal ya está superado. Pero aún falta algo. Y antes de que la pelota toque la hierba, el brasileño ya había hecho realidad lo que había pasado antes por su cabeza. 

“Es un jugador único, especial”, sostuvo Luis Enrique tras la victoria ante el Villarreal (3-0), que pasará a la historia por el maravilloso gol de Neymar. “Es el jugador más determinante ahora mismo de la Liga”, se rindió Marcelino, el técnico rival. “Sí, sí lo había pensado antes”, reveló el protagonista al término del encuentro. Pensó antes y ejecutó después. No, no era Ronaldinho, y su fantástico gol ante Osasuna. Era Neymar y su gol al Villarreal que será siempre recordado. 

RECEPCIÓN Y CONTROL

Viene corriendo desde campo azulgrana. Ha sido Neymar quien, con un delicado toque con la cabeza, ha dejado el balón a Suárez en el prólogo de una jugada extraordinaria. Lleva más de 60 metros galopando el brasileño. Pero cuando recibe la pelota, ya en el área del Villarreal, transforma la prisa y el vértigo en calma. Amortigua el balón con el pecho.

SOMBRERO

Una vez domada la pelota, Neymar sabe que solo le queda un último obstáculo: Jaume Costa, el defensa del Villarreal, a quien tiene dominado ya que este se ha pasado de frenada. Y él, con la pierna derecha, realiza un sombrero de espaldas a la portería. Y ya ha superado totalmente a su enemigo, gobernado como tiene el balón, pese a que no lo puede ver. Un mágico sombrero para poner en pie el Camp Nou. 

GIRO

Gira tan rápido que a Jaume Costa no le da tiempo a rectificar su posición. Ha perdido de vista el balón Neymar. Lo tiene a su espalda. Pero, en realidad, está unido a él por un hilo invisible. Suárez, como todo el Camp Nou, asiste asombrado a ese repentino sombrero de espaldas que apenas se ve. Hace un reverso, más propio del baloncesto que del fútbol, para eliminar la figura de Jaume Costa. El defensa del Villarreal está a punto de perder el balón de vista. Neymar hace milésimas de segundo que no sabe donde vuela la pelota. Pero, en realidad, sí lo sabe. Está girando sobre sí mismo para ir al encuentro de ella. 

BUSCA LA BOLA

De nuevo, Neymar tiene el balón en su horizonte visual. Jaume Costa, también. Ambos han girado muy rápidamente. Pero el defensa del Villarreal, a diferencia de la estrella azulgrana, no manda en la jugada. Tiene los puntos de apoyo en el campo desequilibrados. Va siempre por detrás. El delantero propone, el defensa reacciona 

CHUTA

Cuando se pone bien Jaume Costa, Neymar ya ha enganchado un potente, furioso y, sobre todo, preciso derechazo. El balón no ha tocado el césped aún. Desde que Suárez le dio la asistencia, la pelota ha ido del pecho al pie derecho del brasileño sin descubrir que existe la hierba. Ni dos segundos ha durado ese gol inolvidable.

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