Alves se despide por Instagram de los aficionados

Dani Alves se despidió a la francesa, por carta, pero lo hará también a la brasileña. En persona, en el Camp Nou. Dando la cara, como ha sido una de las características del futbolista brasileño, hijo de un campesino de Juazeiro que este domingo cumplirá 33 años y que se va del Barça tras haber ofrecido un rendimiento extraordinario que reflejan perfectamente los números: 401 partidos de 488 disputados (82%), y 23 títulos conquistados en ocho temporadas (2008-16).

El defensa brasileño había comunicado oficialmente horas antes al club, desde la concentración brasileña, su deseo de acogerse a una cláusula del contrato que firmó el verano pasado y <strong>marcharse con la carta de libertad</strong>. El destino de Alves será la Juventus, según algunas informaciones que dan por seguro su fichaje.

NÚMEROS CON MENSAJE

Se va del Barça algo más que un simple lateral derecho, una demarcación casi accesoria de las once que se dibujan en un rectángulo de juego. El hueco que dejará el segundo futbolista extranjero de la historia en participaciones –por detrás de Leo Messi, el hombre récord por antonomasia– se observa en lo que ha pasado esta temporada: en el club con más laterales derechos del mundo, naturales y adaptables, ha jugado él. Alves ha estado por delante de Aleix Vidal, de Douglas, de Adriano, de Sergi Roberto, de Bartra... De todos. De cualquiera cuyo nombre pudiera ser recitado después del portero.

El 2 ha sido suyo, aunque Alves usó primero el 20 (Martín Cáceres llegó antes aquel verano del 2008 en el que comenzó todo), luego el 22 (para homenajear a su «hermano» Abidal) y finalmente el 6 con la idea de conservar el recuerdo de Xavi. Y las seis Ligas que finalmente ha conquistado quien, en su momento, fue uno de los fichajes más caros de la historia azulgrana: 29,5 millones pagó el Barça al Sevilla de fijo más 6 millones en variables. Se han cumplido todas. Desde el primer día al último Alves ha sido titular y desde el primer día al último ha ganado títulos: un triplete para empezar (el sextete en año y medio) y un doblete para acabar (en una temporada de póquer).

El mismo Alves de siempre han visto los culés, aunque por el camino ha cambiado de mujer (Dinorah, su esposa, solo le representa en las facetas profesionales y ahora convive con la modelo Joana Sanz), se operó las orejas y ha coloreado sus brazos hasta lucir tantos tatuajes como el protagonista de 'Prison Break'.

LA CARTA DE INSTAGRAM

«Soy un privilegiado, un futbolista trabajador y honrado, a quién la vida le ha permitido vestir la camiseta del mejor club del mundo en una década prodigiosa por la calidad de sus jugadores y entrenadores», escribió Alves en la segunda carta del día. La primera la recibió el club, donde supo que se iba. Esta iba dirigida a los culés, sellada en Instagram, la misma ventana por la que se le ha visto saltar en la cama, viajar por Europa, disfrazarse de mujer...

«Con esta carta no me despido, sólo quiero hacerles saber que he tomado la decisión de buscar un nuevo reto en mi carrera, porque las etapas –también las que son bonitas y gloriosas- se han de saber abrir, disfrutar y acabar cuando es el momento preciso. Y mi momento es este. Me voy, pero volveré, porque soy un culé más. Gràcies per fer-me sentir tan estimat», acaba Alves.

«Su compromiso con el club y su simpatía han cautivado el corazón de los barcelonistas», se lee en la misiva del club.

EL TEXTO ÍNTEGRO DE ALVES

"En un mes, hará ocho años de mi llegada al FC Barcelona. En julio del 2008, entré por primera vez en este club y ocupé el vestuario en el que he vivido los logros más importantes de mi carrera profesional. Desde el primer día, desde ese primer entrenamiento a las órdenes de Pep Guardiola, hasta el último de ésta pasada temporada, he tenido la fortuna de poder disfrutar apasionadamente el fútbol. Tengo decenas, centenares, de imágenes grabadas en la mente de momentos compartidos con todos ustedes en el Camp Nou, desde el césped de grandes estadios mundiales, en las calles de Barcelona… tantas celebraciones de gol, tanta felicidad en forma de títulos. Soy un privilegiado, un futbolista trabajador y honrado, a quién la vida le ha permitido vestir la camiseta del mejor club del mundo en una década prodigiosa por la calidad de sus jugadores y entrenadores. Podría mencionar uno a uno a todos los extraordinarios compañeros con quiénes he tenido el placer de superar retos y dificultades en las múltiples formas en las que se han ido presentando a lo largo de este tiempo, pero prefiero darles un agradecimiento conjunto, porque en el vestuario del Barça no hay lugar para individualidades: Ganamos todos, perdemos todos. Y trabajamos juntos. Y tirando de la nave, presidentes, ‘misters’, cuerpo técnico, trabajadores del club… a todos ellos muchas gracias porque siempre he visto recompensado mi esfuerzo con su confianza y apoyo.

Con esta carta no me despido, sólo quiero hacerles saber que he tomado la decisión de buscar un nuevo reto en mi carrera, porque las etapas –también las que son bonitas y gloriosas- se han de saber abrir, disfrutar y acabar cuando es el momento preciso. Y mi momento es este. Me voy, pero volveré, porque soy un culé más. Gràcies per fer-me sentir tan estimat".