La peor pandemia conocida de gripe aviar se ceba con las aves marinas

Por si el cambio climático, la contaminación, la captura accidental con artes de pesca y la ingesta de microplásticos no fuera suficiente, las aves marinas se enfrentan a otro peligro mortal: la gripe aviar. El virus denominado H5N1, de influenza aviar de alta patogenicidad, ya ha provocado miles de muertes en los últimos dos años en el hemisferio norte. Y se ha expandido hacia el sur a gran velocidad, de tal manera que se ha detectado en regiones a las que nunca antes había llegado. Los últimos brotes están afectando principalmente a aves marinas, algo inusitado hasta el momento.

España no es ajena a este grave problema: se han observado ya 128 casos de gripe aviar en aves silvestres desde el 1 de octubre pasado, 15 de ellos en los dos últimos meses. La enfermedad se ha registrado hasta ahora en especies como la gaviota reidora, charrán común, charrán pico de gaviota, halcón peregrino, charrán patinegro, pagaba piconera o gaviota patiamarilla.

Es especialmente preocupante la incidencia de la gripe aviar en especies sensibles, como el charrán patinegro y pagaza piconegra, de las que se ha evidenciado mortalidad por la enfermedad en el parque natural de la Albufera de Valencia.

Ante esta situación, SEO/BirdLife insiste en que es necesario mejorar el estado de conservación de las aves marinas para aumentar su resiliencia ante eventos como este y anima a la población a participar en los programas de ciencia ciudadana como ICAO (https://icao.seo.org/es), que puede aportar valiosa información sobre el impacto de esta enfermedad.

La gripe (o influenza) aviar, que afectaba inicialmente a aves de corral, comenzó a detectarse en Europa en especies silvestres a inicios de este siglo, y fue expendiéndose a través de las rutas migratorias.

Desde entonces se han observado episodios esporádicos de mortalidad masiva de aves, principalmente acuáticas. En 2021 el virus subtipo H5N1 de influenza aviar de alta patogenicidad dio el salto a las aves marinas, causando una situación sin precedentes que continúa hasta el presente.

Impacto devastador

La enfermedad no conoce fronteras. El virus de la gripe aviar ya se ha detectado en unas 400 especies de aves diferentes en casi todo el mundo. "El comportamiento colonial durante el periodo reproductivo de especies como alcatraces y charranes crea el escenario perfecto para que el virus se propague con rapidez", apunta la ONG.

"Estas colonias albergan gran parte de la población mundial de algunas especies por lo que el impacto sobre su población a nivel global es devastador", añade.

Algunos de los datos hasta ahora recogidos apuntan a una situación crítica:

–Alcatraz atlántico. Al menos el 75% de las colonias que existen se han visto afectadas, con un total del 60% de mortalidad. Más de 11.000 bajas se calculan en Escocia, donde se sitúan sus principales áreas de nidificación. En Bass Rock, la mayor colonia de alcatraces del mundo, el territorio ocupado se redujo en un 71% y se ha visto una disminución del 66% en el éxito reproductivo.

–Págalo grande. Se han contado al menos 2.700 cadáveres y una reducción del 70% de los territorios ocupados en las islas británicas, donde se sitúan las principales colonias a nivel mundial (unas 8.900 parejas), estimando una mortalidad del 7% de la población global. El éxito reproductor en las colonias afectadas en 2021 y 2022 fue prácticamente nulo. Varias de las aves muertas superaban los 20 años de edad.

–Charrán patinegro. Durante el brote de 2022, en las colonias del noroeste de Europa se contaron un total 20.531 adultos muertos en apenas dos meses, calculándose una tasa de mortalidad de la población nidificante del 74%.

–Pelícano ceñudo. En 2022 la gripe causó la muerte del 60% de la mayor colonia a nivel mundial en Lago Prespa (Grecia), afectando también a otras colonias del este de Europa. Se calcula la pérdida del 40% de la población europea, el 10% de su población global.

–Gaviota reidora. Se calculan unas 10.000 muertes de gaviotas reidoras en el Reino Unido, el 4% de su población, con centenares de casos más en varios países de Europa continental.

España no se libra del virus

"Estos números están posiblemente muy subestimados, por la dificultad de recuperar las carcasas de animales muertos y porque no en todas las colonias se cuenta con estimas poblacionales a largo plazo que permitan comparaciones interanuales", señala SEO/BirdLife. 

"Estas poblaciones tardarán varias décadas en recuperarse, si es que lo consiguen", apunta Lucía Soliño, técnica del Programa Marino de la ONG. "Las aves marinas son animales longevos, que tienen periodos largos de maduración y un bajo número de pollos. Esto hace que la supervivencia adulta sea decisiva para la continuidad de la especie", añade.

España cuenta con el Programa Nacional de Vigilancia de la Influenza Aviar para la detección precoz de la enfermedad. Durante el actual brote, entre 1 de julio de 2022 y el 7 de junio de 2023 se detectaron 7 focos en aves domésticas, 1 en aves cautivas y 117 en aves silvestres en las comunidades autónomas de Andalucía, Cataluña, Galicia, País Vasco, Aragón, Castilla y León, Castilla la Mancha, Cantabria, Extremadura, Madrid, La Rioja, Asturias, Murcia y Comunidad Valenciana.

"Preocupan especialmente los focos de los parques naturales de la albufera de Valencia y el delta del Ebro, ambos lugares de extrema importancia para las aves marinas y acuáticas. En el primero se han retirado ya más de 1.000 cadáveres de charranes patinegros y pagazas piconegras, pero se desconoce cuántos se deben a la gripe", recoge la ONG.

El Departamento de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña confirmó un brote de influenza aviaria (IA) en el delta del Ebro. Concretamente, el laboratorio Nacional de Referencia de Algete (Madrid) reveló el pasado mes de julio el resultado positivo de influenza aviaria de alta patogenicidad H5N1 en tres ejemplares de charrán patinegro localizados a la península del Fangar al norte del delta del Ebro.

¿Qué hacer ante un ave enferma o muerta?

Ante esta situación se han reforzado la vigilancia y las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, especialmente aquellas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres. El seguimiento de las colonias de aves marinas también se ha intensificado, con el fin de cuantificar la incidencia de la enfermedad.

"No obstante, ante una pandemia de tales dimensiones es necesario extremar las precauciones y tomar medidas de gestión adecuadas para evitar el contagio a las especies más sensibles", apunta SEO/BirdLife.

Aunque hasta ahora existen pocos casos de contagio a humanos y son de baja gravedad, para evitar el riesgo de zoonosis la manipulación y eliminación de las aves debe ser realizado por personal especializado con equipos de protección individual.

Qué hacer si se encuentra un ave enferma o muerta:

–No recoja ni toque aves silvestres muertas o enfermas.

–Mantenga a las mascotas alejados de las aves muertas o enfermas. 

–No alimente a las aves acuáticas silvestres.

–No toque las plumas de las aves silvestres ni las superficies contaminadas con excrementos de aves silvestres.

–Si tiene aves de corral u otras aves, lávese las manos y limpie y desinfecte su calzado antes de atender a sus aves.

–Llame al 112 o al Centro de Recuperación de Fauna correspondiente y sigue las instrucciones que te indiquen. Los agentes ambientales se desplazarán a la localización señalada para recoger el animal o su cadáver.

–Envíe los datos de la observación a través de la app ICAO disponible para Android e IOS (Apple) si deseas contribuir con SEO/BirdLife a mejorar el conocimiento de las causas de mortalidad en aves marinas.

Último informe de la FAO sobre la gripe aviar: https://www.cms.int/sites/default/files/publication/avian_influenza_2023_aug.pdf