Situación crítica

Las reservas de agua catalanas están en mínimos y sin previsión de lluvias

Los embalses están al 30% de su capacidad, menos de la mitad que hace justo un año

MARZO DEL 2008. La Baells, durante el último periodo de sequía en Catalunya.

MARZO DEL 2008. La Baells, durante el último periodo de sequía en Catalunya.

Valentina Raffio

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Catalunya atraviesa un momento crítico por el avance de la sequía. En estos momentos, según los últimos datos disponibles, las reservas hídricas catalanas apenas llegan al 30% de su capacidad. Hace justo un año, estaban al 60%. En los últimos diez años, por estas fechas, lo 'normal' era tener más de 500 hectómetros cúbicos acumulados. Ahora, en cambio, apenas se rozan los 200. La situación es tan crítica que se ha tenido que activar un plan para reforzar la red de "producción artificial" de recursos hídricos a partir de desalinizadoras y plantas de 'regeneración' de agua.

Para entender el porqué de la situación actual hay que remontarse unos años atrás. Hace al menos dos años que en Catalunya llueve poco y mal. Las precipitaciones se han reducido significativamente respecto a periodos anteriores. Y los pocos episodios de lluvia caen de forma tan torrencial que resulta cada vez más difícil aprovechar el agua que dejan. El año pasado, tal y como recoge el balance anual del Servei Metereológic de Catalunya (SMC), la falta de lluvias fue particularmente severa en las zonas del litoral y el prelitoral catalán, llegando a registrar menos de la mitad de los valores normales en algunas regiones.

Los pronósticos apuntan a un invierno más cálido y seco de lo normal en toda España

El embalse de Siurana, en Cornudella de Montsant (Tarragona), tan solo está al 7,72% de su capacidad. El de Riudecanyes (Tarragona) ni siquiera llega al 12%. El emblemático pantano de Sau (Barcelona) está al 18,62%. El único embalse que está "en plena forma", por encima del 60% de su capacidad, es el pantano de Foix (Barcelona). Aun en este caso, los registros indican que está casi un 25% más vacío que hace un año.

Llovizna insuficiente

La precariedad de los embalses catalanes preocupa, sobre todo, ante la falta de previsión de lluvias. En las próximas semanas y meses no se esperan precipitaciones generalizadas que permitan dar aire a los pantanos. De hecho, según apuntan los pronósticos, probablemente estamos ante un invierno más cálido y seco de lo normal. "Para mejorar la situación de los embalses necesitamos una lluvia repartida, continuada y frecuente. Las lloviznas de estos días aportan su granito de arena, pero no son suficientes para recuperarnos de la situación de sequía", explicaba a este diario la meteoróloga Mar Gómez, de eltiempo.es.

Este fenómeno, lejos de ser casual, es fruto directo del avance de la crisis climática en el territorio. Según alertan los informes científicos más exhaustivos realizados hasta la fecha, el cambio climático expone al toda la región del Mediterráneo a un régimen de lluvias cada vez más incierto (en el que se podrían alternar episodios prolongados de falta de lluvia con tormentas torrenciales o extremas) así como un avance desbocado de las sequías. En España, de seguir así, se pronostica que más del 70% de la Península Ibérica está en peligro de sufrir desertificación.