Guerra tecnológica

China responde a Estados Unidos y bloquea el uso público de tecnología de Intel, AMD y Microsoft

EEUU restringe la venta a China de chips avanzados para IA

Una bandera de China frente a un circuito de chips semiconductores.

Una bandera de China frente a un circuito de chips semiconductores. / FLORENCE LO / REUTERS

Carles Planas Bou

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La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China sigue recrudeciéndose. El gigante asiático ha puesto en marcha nuevas directrices que eliminarán progresivamente el uso de tecnología estadounidense en los ordenadores públicos, una restricción que afectará a grandes empresas como Microsoft, Intel o AMD.

El pasado 26 de diciembre, Pekín presentó unas nuevas normas que empiezan a aplicarse ahora, según adelantó el domingo The Financial Times. Esa regulación obliga a los organismos públicos de los municipios chinos a deshacerse de microchips o sistemas informáticos desarrollados en EEUU y a sustituirlos por otros "seguros y fiables", fabricados únicamente por compañías chinas. La transición deberá completarse antes de 2027.

El bloqueo afecta directamente a los procesadores para ordenadores portátiles que diseñan y fabrican las californianas Intel y Advanced Micro Devices (AMD). Ambas lideran el mercado de este tipo de dispositivo semiconductor vital para la economía, pero ese poder se verá mermado por la decisión de Pekín. El año pasado, el mercado chino aportó un 27% de los 54.000 millones de dólares en ventas de Intel y un 15% de los 23.000 millones de dólares en ventas de AMD.

Las directrices chinas también llevarán a suprimir el uso público de Windows, el sistema operativo de Microsoft, así como el software de fabricación extranjera, según han apuntado fuentes internas a FT.

Guerra tecnológica

Con esta medida proteccionista, China busca impulsar su industria tecnológica nacional para reducir así su dependencia del exterior. En el centro de su estrategia están los preciados microprocesadores, esenciales para el desarrollo económico y militar de la potencia asiática, pues funcionan como cerebro de las computadoras, pero también de teléfonos móviles o de los sistemas de inteligencia artificial (IA). Garantizar su autosuficiencia le permitiría seguir creciendo y disputar la hegemonía a EEUU.

El ascenso de su principal rival inquieta profundamente en Washington. Consciente de su influencia en la cadena de producción global, la Casa Blanca ha optado por aplicar todo tipo de restricciones comerciales con la intención de ahogar el auge chino. Así, Joe Biden ha prohibido a compañías como Nvidia o AMD vender chips avanzados a China y ha logrado que dos de sus principales socios en este sector, Japón y Países Bajos, adopten bloqueos similares.

A pesar de la ofensiva estadounidense, el gigante asiático está sorteando las sanciones. El mayor fabricante de chips del país, SMIC, ya estaría produciendo microcprocesadores de tan solo cinco nanómetros, uno de los más avanzados hasta la fecha. El destinatario de estos componentes es el gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, también sancionada por EEUU.