Decisión histórica

Israel esquiva la crisis constitucional con el revés del Supremo a la reforma judicial

El Tribunal Supremo de Israel invalida la ley básica de la reforma judicial de Netanyahu

75 años del Estado de Israel: de la utopía socialista a una democracia en riesgo

Los israelíes responden al trauma del ataque de Hamás con fusiles cruzados sobre sus pechos

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, durante una reunión del Gabinete.

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, durante una reunión del Gabinete. / ABIR SULTAN / POOL / EFE

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En medio de la guerra, el primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, ha perdido una importante batalla en el frente político. Una mayoría de la población del Estado hebreo ha podido celebrar una victoria por una lucha que el esfuerzo bélico les había obligado a abandonar. Este lunes por la noche, el Tribunal Supremo israelí anunció la invalidación de una disposición clave de la controvertida reforma judicial impulsada por el Gobierno de Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel. La medida invalidada preveía privar al poder judicial del derecho a decidir sobre la "razonabilidad" de las decisiones del Gobierno o de la Knéset, el Parlamento israelí. Es la primera vez que el tribunal más alto de Israel anula una ley básica cuasi constitucional desde su creación.

Ya es parte de la historia este fallo judicial, que llega tras masivas movilizaciones en las calles del país durante los primeros nueve meses del año pasado. El texto de la sentencia supera las 250.000 palabras, a la altura de la magnitud de la decisión. Aprobada por ocho votos a siete, la norma ha vuelto a poner de manifiesto la polarización en Israel. Mientras la presidenta Gaza saliente del Supremo, la jueza Esther Hayut, denunciaba que la ley que limita la capacidad de los jueces para utilizar la razonabilidad como estándar legal dejaba a los ciudadanos con poca protección contra políticas gubernamentales arbitrarias o decisiones políticamente motivadas para contratar o despedir a funcionarios públicos, sus opositores siguen defendiendo su importancia por la ausencia de controles y contrapesos contra la extralimitación del poder judicial. 

Pero esta mayoría es frágil. Dos jueces de los que votaron a favor de la derogación se jubilaron en octubre, así que tuvieron que apurar la decisión antes de los tres meses para adecuarse a la ley. "El tribunal de hoy probablemente tendría una mayoría que adoptaría la opinión opuesta", ha dicho Yedidia Z. Stern, profesora de Derecho que participó en conversaciones para negociar un compromiso sobre la reforma judicial, a The New York Times. Aún así, esta decisión del más alto tribunal de Israel lanza un claro mensaje al Gabinete de Netanyahu. "El poder judicial está indicando a la imprudente y agresiva legislatura que si persiste en su campaña de destrucción e intenta socavar los fundamentos de la democracia, como la libertad de expresión, un poder judicial independiente o los derechos de las minorías, se enfrentará a una señal de alto", escribe Gidi Weitz en Haaretz.

"Muerte del golpe judicial"

"En la práctica, el golpe judicial murió el lunes por la noche, si no lo había hecho ya el 7 de octubre", el día en que Hamás mató a 1.200 israelíes en suelo israelí, añade el periodista. La decisión del Supremo ha llevado a Israel a un territorio inexplorado por ser la primera vez en la historia del país que esta elevada corte ha rechazado una de las leyes básicas que tienen categoría cuasi constitucional en el país. Si la cúpula política y militar hebreas no se encontraran inmersas en la más feroz de sus guerras, que ha matado a más de 22.000 palestinos en la Franja de Gaza, "el fallo habría hundido a Israel en una crisis constitucional a gran escala", vaticina David Horovitz, el editor fundador de The Times of Israel.

De eso mismo se han quejado los líderes políticos actuales. El ministro de Justicia y principal impulsor de la reforma judicial, Yariv Levin, ha acusado a los jueces de "tomar en sus manos todas los poderes que en una democracia están divididos entre las tres ramas del Estado". "Es imposible legislar incluso una ley básica o tomar cualquier decisión en la Knéset o el Gobierno sin el acuerdo de la Corte Suprema, privando a millones de ciudadanos de su voz", ha añadido. Pese a su discurso de elevado tono, Levin ha dicho que el Gobierno "continuaría actuando con moderación y responsabilidad" sin concretar cuáles son los siguientes pasos que seguirán. Hasta ahora, el principio de "razonabilidad" era la única parte promulgada del proyecto de reforma judicial. Una de las posibilidades es que, si no hay cambios en el Supremo, se anulen las otras leyes del paquete de revisiones legales. 

Acusación de Sudáfrica

Entre ellas, está la que daría a la coalición gobernante un control casi completo sobre el nombramiento de todos los jueces de Israel, la que limitaría radicalmente la capacidad de la Corte Suprema para derogar leyes o la que permitiría al Gobierno relegislar cualquier ley que sea derogada. Además, en el contexto actual, una independencia reforzada del más elevado tribunal de Israel le puede ser útil a sus principales oponentes. En el pasado, esta corte ha servido para proteger a miembros de estamentos militares y políticos de todos los niveles cuando los tribunales internacionales los acusaban de crímenes de guerra y otros delitos. El Supremo de Israel podrá volver a hacer lo mismo ante la denuncia por "genocidio" de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia por la guerra en Gaza. 

Desde el pasado 7 de octubre, Israel vive en un perpetuo estado de excepción. Por eso, esta noticia no se esperaba. Pero la guerra contra Gaza algún día acabará y todos aquellos problemas latentes que la sociedad israelí ha apartado volverán a resurgir. "Si Levin y, más importante aún, Netanyahu tienen la intención de reanudar su intento de subyugar el poder judicial al nivel político una vez que termine la guerra, la crisis constitucional será inevitable", constata Horovitz en The Times of Israel. A nivel institucional, ya nada queda de aquellas iniciativas legislativas que movilizaron a todo un país en su contra. En los discursos de Netanyahu, se puede entrever que ya ha descubierto que la guerra perpetua tiene más posibilidades que la ley de ayudarle a quedarse en el puesto y esquivar sus pleitos con la justicia.

Suscríbete para seguir leyendo