Crisis política en Francia

El Gobierno francés mantiene su ley migratoria pese al rechazo de la Asamblea Nacional

La Asamblea Nacional francesa rechaza la ley migratoria del Gobierno de Macron

La extrema derecha multiplica su influencia en las nuevas políticas migratorias de Europa

El presidente francés, Emmanuel Macron, y su ministro del Interior, Gérald Darmanin (izquierda).

El presidente francés, Emmanuel Macron, y su ministro del Interior, Gérald Darmanin (izquierda). / LUDOVIC MARIN / AFP

Enric Bonet

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Pulso entre el Gobierno de Emmanuel Macron y la Asamblea Nacional. El Ejecutivo francés ha anunciado este martes al mediodía que mantiene su controvertida ley migratoria, a pesar de que una mayoría de diputados votaron el lunes una moción de rechazo de este texto. Olivier Véran, portavoz gubernamental, ha indicado que una comisión compuesta por siete diputados y siete senadores se reunirá para negociar una nueva versión de este proyecto legislativo, destinado a facilitar las expulsiones de las personas migrantes en situación irregular y de aquellos extranjeros que cometieron delitos graves.

"Ayer no fue una mayoría de proposición la que se constituyó, sino una mayoría de rechazo", ha asegurado Véran en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el Elíseo. Una alianza puntual y sui generis de diputados de izquierdas y de la derecha republicana y la ultraderecha adoptó una moción de rechazo —un mecanismo parecido a la enmienda a la totalidad— contra el texto. Fue todo un revés parlamentario para el Ejecutivo macronista, que no dispone de una mayoría absoluta en la Asamblea, algo poco habitual en la presidencialista V República. 

¿Acuerdo con una ley más dura?

Presentada en febrero en el Consejo de Ministros, la conocida popularmente como ley Darmanin —la más destacada de las debatidas este otoño en Francia— se le está atragantado a Macron, así como su ambicioso ministro del Interior, Gérald Darmanin. Amenaza con degenerar en una verdadera crisis política. El próximo capítulo de este serial lo protagonizarán los 14 diputados y senadores que negociarán una nueva versión del texto. De esa reunión, prevista para los próximos días o semanas, podría salir un proyecto legislativo aún más duro, teniendo en cuenta que en el Senado hay una mayoría de representantes de Los Republicanos (LR, afines al PP). 

"El texto del Senado, nada más que el texto del Senado. (...) Es nuestra condición para aprobar esta ley", ha asegurado el diputado Éric Ciotti, presidente de LR, en los pasillos de la Asamblea. La Cámara alta votó en noviembre una versión que no incluía la creación de un permiso de residencia especial para los trabajadores migrantes en profesiones con escasez de mano de obra —el barniz social en el borrador inicial—. También suprimió una ayuda que permite a las personas extranjeras en situación irregular recibir atención médica, haciendo realidad una demanda fetiche de la ultraderecha.

Si la comisión de diputados y senadores acuerda un texto parecido al del Senado, esto podría favorecer que LR respaldara finalmente la ley Darmanin. En caso contrario, el Gobierno podría apostar por aprobarla a través del polémico decreto del 49.3. Un escenario que abriría las puertas a una eventual moción de censura de la oposición con opciones de prosperar. Todo un embrollo político para Macron.