Operación policial contra la inmigración ilegal

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Migrantes africanos abandonados por las autoridades tunecinas en la frontera entre Libia y Túnez

Migrantes africanos abandonados por las autoridades tunecinas en la frontera entre Libia y Túnez / Mahmud Turkia / AFP

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La policía de Túnez, apoyada por aviones y unidades antiterroristas, arrestó el sábado a cientos de inmigrantes y confiscó embarcaciones en una importante operación contra el tráfico de personas en la región costera de Sfax, un punto de partida clave para los inmigrantes que se dirigen a Europa. La redada, que según el Gobierno fue ordenada por el presidente Kais Saied, se produjo mientras la isla italiana de Lampedusa trata de gestionar la llegada masivade inmigrantes en embarcaciones que cruzan desde el norte de África.

Durante la operación varias unidades de la Guardia Nacional de Túnez allanaron casas donde se alojaban cientos de inmigrantes, interceptaron camiones que los transportaban hacia las playas y confiscaron embarcaciones utilizadas por los contrabandistas, según afirmaron varios funcionarios y testigos de las redadas. También fueron detenidos un número indeterminado de presuntos traficantes de personas. En la operación participaron aviones, perros policía, camiones militares y cientos de agentes de policía en las ciudades de Jebiniana, Kerkennah, Msatria y Sfax, la capital de la gobernación.

"La operación aérea tiene como objetivo atacar a los contrabandistas que comercian con el dolor de gente frustrada", dijo a los periodistas el coronel de la Guardia Nacional Houssem Jbebli. Saied ordenó las medidas represivas para hacer frente a la "inaceptable afluencia de inmigrantes", afirmó el Ministerio del Interior en un comunicado.

Fuerte presión de la Unión Europea

Túnez está bajo una fuerte presión de Italia y la Unión Europea, que ha prometido 1.000 millones de euros para apuntalar la maltrecha economía de Túnez a cambio de que el país norteafricano frene el flujo de inmigrantes. En los últimos días, unas 7.000 personas que llegaron desde el norte de África en barcos desembarcaron en la pequeña isla italiana de Lampedusa, lo que provocó llamamientos de ayuda por parte del alcalde de la isla.

En total, unos 126.000 inmigrantes han llegado a Italia por mar desde principios de año, casi el doble de los 64.529 registrados en el mismo período de 2022, según datos del Ministerio del Interior italiano. La primera ministra, Giorgia Meloni, pidió el viernes a la Unión Europea que actúe conjuntamente "con una misión naval si es necesario" para impedir que los inmigrantes crucen el Mediterráneo desde el norte de África.