Tensión en Asia

Pionyang lanza un misil como respuesta a la OTAN y los vuelos espía de Estados Unidos

Corea del Sur y EEUU inician las mayores maniobras con fuego real en plena escalada armamentística de Pionyang

Seúl dice que misil balístico lanzado por Pionyang es de largo alcance.

Seúl dice que misil balístico lanzado por Pionyang es de largo alcance. / EFE

Adrián Foncillas

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La cumbre de la OTAN con su programa nuclear en la agenda del día, los vuelos de cazas estadounidenses frente a sus costas, la reunión en Hawai de representantes de Seúl, Tokio y WashingtonCorea del Norte, que comunica al mundo sus cabreos con misiles, ha ordenado hoy uno de los lanzamientos más previsibles de su historia.

El proyectil matutino ha acabado con un raro paréntesis de tres meses tras el febril inicio del año y reclamado el foco para la península coreana cuando el mundo miraba a Lituania.

No es un lanzamiento rutinario. Los primeros estudios de Corea del Sur y Japón calculan que el proyectil estuvo en el aire 74 minutos, seis más que el anterior récord norcoreano. Fue lanzado a las 9.59 AM y se hundió en el Mar de Japón a las 11.15 AM tras recorrer un millar de kilómetros y elevarse por encima de los 6.000 kilómetros.

Dudas sobre el alcance

La trayectoria vertical le permite a Pionyang medir la autonomía de vuelo sin poner en peligro a países lejanos. Si añadimos el tiempo a la ecuación, es posible un cálculo aproximado de su rango en trayectoria horizontal.

La teoría sienta que podría golpear Estados Unidos y Corea del Norte repite que la amenaza ya es real. Los expertos, sin embargo, mantienen dudas sobre aspectos complementarios al vuelo: la capacidad de reducir una bomba nuclear para calzarla en el misil, su resistencia a las vibraciones del despegue y reentrada en la atmósfera, la puntería…

El proyectil más poderoso

La letanía de incógnitas no desmiente el tangible progreso norcoreano. El misil lanzado hoy es probablemente un Hwasong-18, la joya de la corona de su programa armamentístico. Su líder, Kim Jong-un, lo definió como “el más poderoso instrumento de ataque estratégico”, y “estratégico” es el eufemismo de “nuclear” en jerga norcoreana.

Su propulsión con combustible sólido mejora al líquido de su predecesor, el Hwasong-17. El sólido es más estable, permite un desplazamiento que dificulta su detección y apenas necesita unos minutos para su lanzamiento frente a las horas del líquido.

Su prueba de hoy es la más audaz desde su fracasado intento de poner en órbita su primer satélite espía. A finales de mes, con las celebraciones del aniversario del fin de la guerra de Corea, los expertos esperan que el régimen exponga en sus desfiles lo último de su maquinaria bélica.  

Reuniones de emergencia

El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, pidió de inmediato una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de la ONU para discutir el lanzamiento.

Yoon está en Lituania para atender la cumbre de la OTAN, que tiene a Corea del Norte entre sus principales inquietudes. Está previsto que Yoon se reúna hoy con su homólogo japonés, Fumio Kishida, que ha calificado el último desafío norcoreano como “inaceptable”.

El misil fue precedido de una cumbre en la isla de Hawaii de altos representantes militares de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. Las razones para la indignación norcoreana con Estados Unidos se han amontonado en las últimas horas, desde la visita de un submarino con propulsión nuclear a su vecino del sur hasta los vuelos de reconocimiento de cazas sobre su zona de exclusión económica (200 millas náuticas más allá de su línea de costa) .

Tensión en la península

“Un incidente estremecedor ocurrirá” si esas patrullas aéreas se repiten, amenazó el lunes Kim Yo-jong, hermana del dictador. El Ministerio de Defensa aclaró que podrían ser derribados.

Son tiempos áridos para Pionyang. Los conservadores han impuesto la línea dura en Seúl  y rebajado los roces con Tokio para su causa común frente a Corea del Norte. Las conversaciones siguen rotas con Estados Unidos y no parece Pionyang una prioridad de Biden.

El contexto ha devuelto la escalada de tensión a la península. Decenas de miles de norcoreanos se manifestaron el pasado mes en Pionyang para denunciar a Estados Unidos como “el destructor de la paz y la estabilidad en la península”.