Centroamérica

La comunidad indígena de Guatemala amenaza con movilizaciones si no se reconoce el resultado de las elecciones

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Protesta ante el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala.

Protesta ante el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala. / AFP / ESTRADA

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La comunidad indígena de Guatemala del departamento de Totonicapán lanzó este martes un ultimátum al Tribunal Supremo Electoral para que avale los resultados de las elecciones del pasado 25 de junio, o iniciará movilizaciones "masivas". Los 48 cantones de Totonicapán se pronunciaron en una conferencia de prensa y mediante un comunicado, en el cual arremetieron también contra la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país, que suspendió el pasado sábado la oficialización de los resultados. "De no revocarse las resoluciones emitidas por la Corte de Constitucionalidad y Tribunal Supremo Electoral, y restablecer el orden constitucional, tomaremos acciones legales y realizaremos movilizaciones masivas en acto de resistencia social", puntualizó la comunidad indígena mediante una nota de prensa.

En la provincia de Totonicapán se responsabiliza al Gobierno de Guatemala del presidente, Alejandro Giammattei, de promover "la ruptura constitucional" de la nación centroamericana.

La resolución del máximo tribunal de Guatemala el pasado sábado responde a una solicitud de nueve partidos de la política tradicional del país que alegan que antes de adjudicar los cargos se debe revisar nuevamente las actas de la votación celebrada el 25 de junio. La suspensión de la corte, según expertos y analistas, genera un periodo de incertidumbre, ya que, por ejemplo, la reelección de los 13 magistrados del Supremo y renovación del Organismo Judicial, uno de los tres poderes del Estado, debió llevarse a cabo en 2019 y actualmente se mantienen los mismos funcionarios que debieron dejar su cargo hace 4 años. Sin embargo, de igual forma, analistas, periodistas y exfiscales atribuyen las acciones a un intento por detener las elecciones al denominado "Pacto de Corruptos", un grupo de políticos, militares, empresarios que han cooptado la mayoría de las instituciones del Estado guatemalteco y que quieren mantener sus intereses.

Los comicios presidenciales del pasado domingo fueron ganados por la exprimera dama Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), seguida por el académico Bernardo Arévalo de León, de la agrupación socialdemócrata Semilla, que sorpresivamente se coló a la segunda vuelta tras arrasar en las zonas urbanas. Mientras tanto, el Congreso quedó con mayoría de la agrupación oficialista Vamos, con 39 legisladores, seguido de la UNE (28) y Semilla (23). El segundo puesto del candidato de Semilla, agrupación nacida de las manifestaciones contra la corrupción en 2015, no estaba en las encuestas divulgadas en las últimas semanas, ya que lo ubicaban en un octavo lugar en la carrera presidencial. Arévalo de León advirtió el pasado viernes de que su "avance", inesperado, "despertó el temor de los corruptos".