Toneladas de presión

¿Qué es una "implosión catastrófica" como la que sufrió el Titan?

Tragedia del Titan: última hora del accidente del sumergible turístico, en directo

Los tripulantes que viajaban en Titan, uno a uno

Los cinco tripulantes del Titan fallecieron en una “catastrófica implosión” del sumergible

La mujer del piloto del Titan es la tataranieta de un rico matrimonio que murió en el Titanic

Así es el 'Titan', el submarino que llevaba turistas al 'Titanic'

Así es el 'Titan', el submarino que llevaba turistas al 'Titanic' / OCEANGATE

Alba Casanovas Torre

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La agónica búsqueda del Titan ha acabado de la peor de las maneras. Los cinco ocupantes del submarino turístico de OceanGate murieron antes de completar el propósito de ver el pecio del Titanic. El domingo, una hora y 45 minutos después de la inmersión, la nave dejó de emitir señales y el lunes comenzó una operación de rescate internacional sin precedentes. La teoría más halagüeña decía que podían estar vivos. Aunque si ese era el caso, luchaban contra el reloj del oxígeno: el pequeño sumergible disponía de aire respirable para 96 horas y el límite crítico se superó este jueves a las 13.08 horas (horario peninsular). Aun así, los ocupantes no fallecieron por asfixia. Tampoco después de cuatro días a la deriva. La Guardia Costera de Estados Unidos anunció a las 17.48 horas que había encontrado "un campo de escombros" a 3.300 metros, en el área cerca del naufragio del legendario transatlántico. Horas más tarde, se confirmó la noticia: el submarino sufrió una "catastrófica implosión". ¿Qué supone implosionar? ¿Qué le pasó al Titan en cuestión de milésimas de segundo?

Más allá de la falta de oxígeno, el sumergible se enfrentaba a tres posibles obstáculos que hacían casi imposible su rescate. Finalmente, uno de ellos culminó el fatal desenlace: la presión del agua. El Titanic, de 269 metros de eslora, reposa a 3.800 metros de profundidad, lo que implica una inmersión de aproximadamente de ocho horas en un vehículo especial para llegar hasta él. Más que especial, inquebrantable.

En la llanura abisal, la presión es de alrededor de 40 megapascales (MPa), 395 veces más intensa que la que experimenta un ser un humano en la superficie terrestre. Para poner en perspectiva esta situación, eso equivale a 4.000 toneladas por metro cuadrado. O es como si la yema de tu dedo (un centímetro cuadrado) soportase 400 kilos. Otro ejemplo: el récord mundial de apnea sin límites es de 214 metros de profundidad, que equivale a unos 2 MPa, una cifra que multiplica por 20 la presión atmosférica normal (101.325 pascales).

Toneladas de peso por metro cuadrado

La implosión es lo contrario de la explosión. Es decir, el colapso se produce hacia dentro en lugar de hacia fuera. Ocurre en cualquier objeto y recipiente cuando hay un exceso de baja presión en su interior, ya sea por la acción de fuerzas externas o internas. En este caso, sucedió cuando la presión externa del océano profundo superó a la que había en el habitáculo por causas que todavía se desconocen.

Además, a más presión, menos volumen de aire, por lo que un fallo en el hermetismo del submarino, como puede ser una fisura en el casco o la fatiga de los materiales y la estructura, es catastrófico: provoca una desintegración fulminante e instantánea.

La Guarda Costera ha indicado que todavía es pronto para saber cuándo y por qué implosionó la nave. Pero se pueden hacer diferentes cálculos para establecer la magnitud del suceso. Si se tiene en cuenta que se perdieron las comunicaciones una hora y 45 minutos después de la inmersión, que el viaje submarino dura ocho horas y la distancia de casi cuatro kilómetros a recorrer, el sumergible sufrió el desgraciado incidente a una profundidad de entre 820 y 950 metros de profundidad, la cual está sometida a entre 7,6 y 9 MPa.

En el siguiente vídeo se ven los efectos de una implosión en un tanque de vacío a 1 atmósfera (ATM), que equivale a la presión estándar de 101.325 pascales. Ese impacto, pero multiplicado por 75 veces en el mejor de los casos y 89 en el peor, es el que sufrieron los ocupantes del Titan.

Por contra, si la implosión pasó a 3.300 metros, donde los guardacostas hallaron los restos del sumergible, la detonación fue de 30 MPa, 296 veces más fuerte que en las imágenes que se aprecian anteriormente. El Titan, que medía 6,7 metros de longitud, no estaba fabricado con metal, sino con fibra de carbono y titanio para así, supuestamente, soportar tales condiciones extremas.

Sin embargo, ante tantos megapascales de presión, poco se puede hacer. En otro vídeo que circula por las redes sociales, este en forma de simulación, se ve una recreación de lo que pasó en milésimas de segundo. Por otro lado, los expertos avisaron en 2018 que la nave era "experimental" y potencialmente "catastrófica". En este sentido, el ojo de buey instalado en la parte frontal para observar el exterior estaba construido con materiales que solo soportaban la presión hasta 1.300 metros de profundidad