Estados Unidos

Trump se declara "no culpable" de los 37 cargos federales por los documentos clasificados

MULTIMEDIA | Trump, contra las cuerdas de la justicia: todas las cuentas pendientes

MIAMI, FLORIDA - JUNE 13: Former U.S. President Donald Trump waves as he makes a visit to the Cuban restaurant Versailles after he appeared for his arraignment on June 13, 2023 in Miami, Florida. Trump pleaded not guilty to 37 federal charges including possession of national security documents after leaving office, obstruction, and making false statements. Alon Skuy/Getty Images/AFP (Photo by Alon Skuy / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)

MIAMI, FLORIDA - JUNE 13: Former U.S. President Donald Trump waves as he makes a visit to the Cuban restaurant Versailles after he appeared for his arraignment on June 13, 2023 in Miami, Florida. Trump pleaded not guilty to 37 federal charges including possession of national security documents after leaving office, obstruction, and making false statements. Alon Skuy/Getty Images/AFP (Photo by Alon Skuy / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP) / Alon Skuy/Getty Images/AFP

Idoya Noain

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Donald Trump ha marcado este martes otro día para la historia, uno que de nuevo hace zozobrar los cimientos legales, políticos y sociales de Estados Unidos. El expresidente de Estados Unidos, y actualmente favorito para convertirse de nuevo en nominado del Partido Republicano para luchar por la Casa Blanca en 2024, ha sido arrestado, procesado e imputado en un tribunal de Miami con 37 cargos federales derivados del caso de los documentos clasificados que se llevó tras abandonar el Despacho Oval. A través de uno de sus abogados, Trump se ha declarado “no culpable”, inocente, de todos los cargos.

Como sucedió hace poco más de dos meses, cuando Trump escribió otro oscuro primer capítulo para EEUU al volverse el primer ocupante del Despacho Oval con una imputación penal estatal por el caso de los pagos para silenciar a Stormy Daniels, la imputación este martes ha sido el epicentro de la atención nacional.

El expresidente había llegado la víspera desde su club de golf en Bedminster (Nueva Jersey). Pasó la noche y la mañana en su club en Doral preparando la jornada con sus abogados, un equipo que está teniendo serias dificultades para reforzar tras la dimisión de dos letrados la semana pasada justo después del anuncio de imputación y el rechazo de varios prominentes de Florida de sumarse a su defensa. Trump también estuvo urgiendo a colaboradores y figuras del Partido Republicano a salir públicamente en su defensa.

El proceso

Sobre la 1.30 de la tarde, hora local, ha salido de Doral y ha llegado al edificio de tribunales federales Wilkie D. Ferguson Jr. en el ‘downtown’ de Miami poco antes de las 2. En su comitiva viajaba también su ayudante, Waltine Nauta, imputado junto a él en este caso por varios de los cargos de obstrucción y uno individual de falso testimonio. Nauta, que necesita un abogado local para su equipo, no ha hecho una declaración sobre esos cargos y tendrá la vista para declararse culpable o inocente el 27 de junio.

Una vez ya en Miami, Trump ha entrado en las instalaciones judiciales a través de un garaje, sin que su imagen pudiera ser capturada por las cámaras y los centenares de periodistas que se acercaban en número a los manifestantes que se habían reunido frente al tribunal. Estos estaban dominados por seguidores de Trump, entre los que estaban Kari Lake, periodista que fracasó en su intento de convertirse en gobernadora de Arizona en noviembre, y Vivek Ramaswmy, rival de Trump en primarias, que ha dado una rueda de prensa. También había un reducido número de contramanifestantes.

En un proceso muy rápido, que ha concluido para las 2.05, Trump ha sido arrestado y procesado, con sus huellas escaneadas digitalmente y sin que le tomaran fotografías. Después, en una sala de la planta 13 donde ha estado presente el fiscal especial Jack Smith, Trump ha comparecido acompañado por dos abogados, Todd Blanche y Chris Kise ante el juez Jonathan Goodman. El magistrado ha sido el asignado para esta vista inicial, aunque el proceso judicial lo va a supervisar Aileen Cannon, una magistrada que fue nombrada por el propio Trump después de su derrota electoral en 2020 y que ya tuvo una actuación cuestionada en este caso, nombrando a un supervisor para el manejo de documentos incautados en Mar-a-Lago. Su decisión luego fue revocada por un panel de jueces, que incluía también dos nombrados por Trump.

Sin cámaras

Como en todos los casos federales, las cámaras ha estado vetadas dentro de la sala, y el juez Goodman rechazó el lunes una petición de varios medios de comunicación de permitirlas siquiera brevemente, algo que sí se hizo en Nueva York. Además la corte había prohibido meter ordenadores portátiles o teléfonos móviles a los reporteros (y al público), que solo podían entrar con papel y bolígrafos.

Esos reporteros han contado que Trump ha estado muy serio durante la vista. Ha sido Blanche quien ha realizado la declaración de inocencia con las palabras: "Sin ninguna duda nos declaramos no culpables".

El juez Goodman ha determinado que ni el expresidente ni Nauta representan un riesgo de fuga y les ha dejado en libertad sin ningún tipo de condiciones ni fianza. También ha instado a Trump, según CNN, a no contactar a potenciales testigos.

Tras los procedimientos estaba previsto que el expresidente emprendiera viaje para regresar este mismo martes a Nueva Jersey, donde por la tarde tenía organizada en el club de Bedminster una comparecencia ante la prensa y un acto de recaudación de fondos con donantes para su campaña para 2024.

Pero antes, y tras salir del tribunal, se ha parado en una visita no anunciada en el restaurante Versailles, uno de los iconos de la comunidad del exilio cubano, y de la derecha latina, en la calle 8 de la Pequeña Habana con el que claramente pretendía lanzar el mensaje de que su persecución es política y comparable a la de dictaduras.

¿Por qué y para qué?

Solo Trump sabe por qué o para qué se quedó una vez que abandonó la Casa Blanca miles de documentos clasificados, incluyendo los 31 que se encontraron en Mar-a-Lago, su club privado y residencia en Florida, que le han valido otros tantos cargos por violar la Ley de Espionaje. Pero incluso sin conocer el motivo, esa decisión, así como los esfuerzos que hizo para ocultar su posesión, dificultar la entrega a los Archivos Nacionales y obstruir la investigación, y sus declaraciones falsas, han sido suficientes para que un gran jurado diera credibilidad a las evidencias recopiladas y presentadas por el fiscal especial Smith y le haya convertido en el primer mandatario de la historia del país que enfrenta cargos federales.

Antes de salir hacia el juzgado Trump había lanzado desde su red social varios mensajes con la ideas que reitera habitualmente, como hablar de “caza de brujas” o “interferencia electoral”. Además ha criticado duramente al fiscal especial Smith, al que ha llamado “matón”, “lunático de derecha radical y un ‘hater’ de Trump”.

Aunque el pliego de cargos demuestra, con pruebas que incluyen fotografías y transcripciones de grabaciones, que la documentación localizada estaba en Mar-a-Lago antes de que se produjera el registro del FBI en agosto de 2022, Trump ha sugerido que los “amigos” de Smith “probablemente “plantaron” información en las “cajas” que se les dieron”. “Ensucian todo lo que tocan, incluyendo nuestro país, que se está yendo rápidamente al infierno”, ha escrito.

También ya de camino al tribunal, desde la comitiva, ha escrito otros mensajes asegurando que este martes era “uno de los días más tristes en la historia” de EEUU. “Somos una nación en declive”, ha asegurado.

Problemas para encontrar abogados

Las críticas públicas a Smith van en contra de las recomendaciones que le han estado haciendo a Trump sus abogados. Y ese desdén por sus consejos es solo uno de los factores que están dificultando al republicano encontrar más letrados que se sumen a su defensa.

También pesa la falta de una estrategia definida y la división de opiniones en el equipo que rodea a Trump. En este algunos apuestan por mantener la línea de ataque marcadamente partidista que acusa al Departamento de Justicia de usar como un arma política el sistema legal. Otros, en cambio, creen que el presidente y sus abogados arriesgan demasiado con esa línea de “tierra quemada” y piensan que deberían centrarse en una defensa tradicional, buscando un jurado donde si se incluyera una sola persona favorable a Trump podría impedirse una condena.

El proceso legal, sin precedentes, ya está en marcha. Se anticipa complejo y largo, haciendo que se augure una turbulenta campaña de primarias y para las presidenciales. Y hay además otras dos potenciales imputaciones que penden sobre Trump: por posible injerencia electoral en Georgia en las presidenciales de 2020 y por sus esfuerzos para no certificar los resultados de esas elecciones que perdió frente a Joe Biden y su papel en el asalto al Capitolio.