EEUU

¿Está Trump "acabado"? Las claves de la imputación federal por los documentos clasificados

Donald Trump, contra las cuerdas de la justicia

Documentos de la Casa Blanca en el baño de la mansión de Trump en Mar-a-Lago (Florida)

Documentos de la Casa Blanca en el baño de la mansión de Trump en Mar-a-Lago (Florida) / EFE

Idoya Noain

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"Debemos esperar y ver qué dice la defensa y qué se demuestra cierto pero incluso si la mitad es cierto, está acabado. Es un pliego de imputación muy detallado y es muy, muy incriminatorio". 

La reacción una vez el Departamento de Justicia hizo público el viernes el documento de 49 páginas que recoge los 37 cargos federales con los que este martes es imputado en Miami Donald Trump en el caso de los documentos clasificados es de William Barr. Él fue fiscal general en la Administración del republicano y actuó como su fiel escudero hasta que el republicano empezó a tratar de revertir los los resultados legales de las elecciones presidenciales de 2020 que perdió ante Joe Biden.

Barr ha quedado "sorprendido" por los detalles que ha revelado el pliego de cargos, y por la gravedad de su contenido. No ha sido el único. El consenso entre analistas legales es que el fiscal especial Jack Smith ha preparado una imputación contundente.

El expresidente mantiene su línea de hablar de una "caza de brujas politizada", sigue esgrimiendo la idea cuestionada de que tenía derecho de llevarse documentos una vez abandonó el Despacho Oval por la Ley de Registros Presidenciales y defiende asimismo que podía desclasificar todo incluso "automáticamente solo con pensarlo" (pese a que en el propio documento de su imputación se constata a través de la transcripción de una grabación que sabía que no tenía autoridad).

Estas son las claves de una imputación histórica, la primera con cargos federales para un expresidente del país.

Los cargos

Trump enfrenta 37 cargos. 31 de ellos son por retención intencionada, no negligente, de otros tantos documentos clasificados de alto secreto, secreto o confidencial y que contenían información de seguridad nacional, una violación de la Ley de Espionaje de 1917 que puede conllevar una pena de hasta 10 años de cárcel por cada una de las ofensas.

Aunque Trump se llevó "cientos" de documentos la acusación se ha centrado en esos 31, entre los que había secretos nucleares, documentos sobre capacidades militares y de inteligencia tanto de Estados Unidos como de otros países así como planes militares para responder a un ataque extranjero. Hay también uno de "comunicaciones con un líder extranjero". Y la imputación asegura que Trump puso en "riesgo la política exterior y la seguridad nacional y de las Fuerzas Armadas y sus fuentes de información".

Otros cinco cargos, en los que están imputados tanto Trump como su asistente, Waltine Nauta, están relacionados con ocultar la posesión de documentos clasificados. Uno de esos cargos alega una conspiración para obstruir la justicia, delito que puede ser condenado con hasta 20 años de cárcel por ofensa.

El último cargo contra Trump es por falso testimonio (que también vale un cargo separado para Nauta), y puede ser castigado con hasta cinco años en prisión.

Los detalles

El documento preparado por Smith y su equipo está lleno de detalles y cuenta con fotografías y descripción de imágenes de vídeo de las cámaras de seguridad que muestran, por ejemplo, a Nauta moviendo cajas tras recibir instrucciones de Trump, que ordenó trasladar 64 antes de recibir la visita de uno de sus propios abogados que iba a reunirse con representantes del Departamento de Justicia y el FBI para responder a una orden de entrega del material, que no se completó como demostró luego el hallazgo de cientos de documentos más en el registro de agosto de 2022 en Mar-a-Lago.

El documento incluye también transcripciones de comunicaciones e incluso la de una grabación que incrimina a Trump al mostrar que sabía que documentos que se guardó estaban clasificados y carecía ya de autoridad para cambiar eso. "Como presidente podría haber desclasificado, ahora no puedo", dijo en julio de 2021 en una entrevista con los autores de un libro ante los que exhibió uno de esos documentos.

El pliego de cargos relata (y muestra) cómo se almacenaron y movieron cajas de documentos entre diversas habitaciones de Mar-a-Lago, incluyendo un baño, el escenario de un salón de baile, un despacho, una oficina o un cuarto de almacenaje. "Queda algo de espacio en la ducha donde están sus otras cosas", rezaba uno de los mensajes entre empleados.

Otra imagen tomada en 2021 muestra documentos que tenían marcas de seguridad que representaba que solo podían ser visto por personal con autorización de EEUU y cuatro países aliados desparramados de una caja caída y abierta en un almacén, al que se asegura que tenían acceso muchos de los empleados de Mar-a-Lago.

En un momento del documento se asegura también que la ex primera dama, Melania Trump, escribió a Nauta diciéndole que no tendrían sitio para llevarse cajas en el avión privado en que iban a ir de Mar-a-Lago a su residencia en Nueva Jersey a lo que el asistente respondió con un mensaje que incluía un "emoticono de cara sonriente".

La obstrucción y el falso testimonio

Los fiscales han recopilado pruebas que muestran que Trump no solo ignoró las peticiones y citaciones para que entregara a los Archivos Nacionales el material sino que dio pasos extraordinarios para buscar la ocultación, incluso a sus propios abogados, y también para obstruir las pesquisas del FBI y el gran jurado.

"“No quiero que nadie mire en mis cajas, realmente no lo quiero", le dijo según el escrito a uno de sus abogados Trump, que sugirió que los documentos fueran escondidos o destruidos.

"¿Qué pasa si no respondemos a la citación?", "¿No sería mejor si les dijéramos que no tenemos nada aquí?", preguntó también Trump tras recibir en mayo de 2022 una orden que le instaba a entregar todo el material que tenía aún en su poder. En aquella reunión, según la imputación, también habló de un ayudante de Hillary Clinton que borró mensajes del polémico servidor privado de e-mail que empleó la antigua exsecretaria de Estado.

Al mes siguiente, y tras haber dado 38 de las cajas a un abogado para que las entregara a justicia, sugirió que el letrado se llevara algunas a su habitación de hotel para revisarlas y sacara lo que hubiera potencialmente dañino para él antes de entregarlas.

 

Sus propias palabras

Algo que ha hecho Smith es incluir en el documento de imputación palabras que el propio Trump usó en varias ocasiones para hablar de la importancia del sistema de clasificación de secretos. Hay declaraciones, por ejemplo, que realizó en 2016 para atacar a su entonces rival, Clinton, por el caso del servidor.

Tras exponer los dos casos en que el expresidente mostró documentos secretos, Smith coloca estratégicamente otra cita del propio Trump, en la que se cuestionaba críticamente que la prensa obtenga acceso a información clasificada. "Es un proceso ilegal", dijo en 2017. "La gente que dio información a la prensa debería avergonzarse de sí misma".

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