Cambio tecnológico

"Esto cambia las reglas del juego": la inteligencia artificial impulsa una nueva era de propaganda política

La UE endurecerá las normas para usar ChatGPT

Así funciona la opaca industria de la desinformación

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Carles Planas Bou

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China invadiendo Taiwán, miles de inmigrantes cruzando la frontera de Estados Unidos, ciudades bajo toque de queda y ancianos haciendo cola para retirar sus ahorros ante una hecatombe financiera. Parecen creíbles, pero las distópicas imágenes con las que el Partido Republicano advierte sobre una posible reelección presidencial de Joe Biden no existen. Forman parte del primer anuncio que han generado de forma completa con inteligencia artificial (IA) para dar forma a la pesadilla de sus votantes, pero no será el último.

Partidos políticos de todo el mundo están poniendo su atención en el desarrollo de una tecnología que ven como una oportunidad para dotar su comunicación de un impacto visual nunca visto hasta ahora. Herramientas como Midjourney y Dall-E 2 están facilitando la creación de imágenes realistas cada vez más difíciles de distinguir de fotografías reales. La falsa detención de Donald Trump o el Papa Francisco vistiendo de Balenciaga son prueba de ello. Esa posibilidad abre la puerta a una nueva era de la propaganda política. "La IA acelera la creación de imaginarios para la transmisión ideológica. Esto cambia las reglas del juego", explica Iago Moreno, sociólogo por la Universidad de Cambridge y experto en lenguaje digital.

El uso de imágenes o vídeos generados por IA –también conocidos como 'deepfakes'– empieza a ser recurrente. Esta misma semana, En Comú Podem ha lanzado un anuncio televisivo para la campaña de las elecciones municipales con estampas idílicas, pero también otras apocalípticas de largas colas de personas para recibir atención o de calles contaminadas. En las redes sociales, las fotos de perfil de personajes políticos españoles como Pablo Iglesias, Macarena Olona o Iván Espinosa de los Monteros ya aparecen modificadas por filtros artísticos. La creación de imágenes políticas no es patrimonio de los partidos y activistas de ambos bandos del espectro ideológico también están recurriendo a estas herramientas para dar forma a sus consignas.

Desinformación acelerada

Esta práctica no está exenta de riesgos. Los expertos advierten de que la fabricación de imágenes falsas pero creíbles puede acelerar las campañas de desinformación, sean amplificadas o no de forma voluntaria. Tras la invasión rusa de Ucrania, se detectaron recreaciones digitales que suplantaban la identidad de los presidentes Volodímir Zelenski y Vladímir Putin para difundir falsedades. Eran poco convincentes, pero la acelerada sofisticación de esos contenidos difuminará cada vez más la línea que separa la realidad de la ficción.

Gobiernos de todo el mundo ya están experimentando con un arma que puede llevar la propaganda hacia nuevos terrenos. En China, Kuwait, Venezuela y Rusia los medios de comunicación estatales han creado falsos presentadores de noticias que, aún siendo rudimentarios, pueden servir como meros voceros para avanzar las narrativas de cada régimen. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también está utilizando imágenes de él generadas con IA para rejuvenecer su imagen entre el público de TikTok.

El año que viene más de 1.000 millones de personas votarán en las elecciones de Estados Unidos, India, la Unión Europea, Reino Unido, México, Rusia o Indonesia. Mientras la cita con las urnas se acerca, los reguladores siguen estando poco preparados para afrontar esta amenaza. Solo Pekín y Bruselas están tomando medidas para que los contenidos manipulados tengan una marca de identificación.

ChatGPT entra en campaña

La irrupción de ChatGPT también apunta a un cambio en la comunicación política. Creado por OpenAI, este chatbot es capaz de responder de forma convincente a todo tipo de peticiones casi en tiempo real. A pesar de que la compañía ha pedido a los usuarios no usar su herramienta para generar "materiales de campaña política", ya se está normalizando entre asesores y consultores políticos. "Es muy útil para buscar réplicas a los ataques de los rivales, crear mensajes de campaña y adaptar los contenidos al formato de cada red social", explica Xavier Tomàs, experto que trabaja para candidatos municipales, autonómicos y forales en toda España.

Además de optimizar procesos técnicos, como mandar notas de prensa o invitaciones a actos, Moreno ve la oportunidad de usar la IA para crear asistentes personalizados o videojuegos que den una nueva dimensión a las campañas.

Aunque cada vez es más fiable, ChatGPT sigue incurriendo en errores y presentándolos como si fuese información cierta. Eso hace que entre los partidos haya "un punto de miedo" a apoyarse en este tipo de aplicaciones. Sin embargo, su uso avanza a marchas forzadas y, según Tomàs, se normalizará aún más cuando las formaciones vean la reducción de costes que ello supone para la campaña. "De cara a las elecciones generales españolas veo un margen de crecimiento muy grande en el uso de la IA", apunta. Esto es sólo el principio.

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