Este 11 de septiembre

Buriatia, la república rusa que vota a su gobernador mientras mira a Ucrania y a China

Este territorio siberiano es uno de los más marcados por el conflicto rusoucraniano a pesar de su lejanía física con Kiev

Ante las sanciones, Moscú se ha visto obligada a reforzar su relación con Pekín, algo que en las regiones fronterizas no se acaba de ver con buenos ojos

Monumento a Vladimir Lenin en una plaza de Buriatia

Monumento a Vladimir Lenin en una plaza de Buriatia / 123RF

Àlex Bustos

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En el centro de Ulán-Udé, la capital de la lejana República siberiana de Buriatia, un gigantesco busto de Lenin vigila a los locales. Es la cabeza del líder soviético más grande del planeta, y a día de hoy luce una gran bandera rusa con la "V", uno de los símbolos belicistas promovidos por el Kremlin. A los pies de este monumento es donde protestó el pasado 29 de agosto Serguéi Moloyev con un cartel donde rezaba "No a la guerra". Y es que esta no es una región cualquiera donde protestar contra la intervención rusa en Ucrania, ya que es una de las que más soldadesca aporta al conflicto. Y ahora los símbolos pro-ejército ruso de la "Z" y la "V" de edificios públicos lucen junto a los carteles electorales que llaman a los buriatos a participar en las próximas elecciones de gobernador de este 11 de septiembre.

Alexandra Garmazhepova, presidenta de la asociación Free Buryatia, asegura que "el sentimiento popular en la República de Buriatia, con el número de muertes, no puede sino afectar la actitud hacia la guerra". Recuerda que "la gente entiende que en Ucrania puedes morir fácilmente y nadie te espera allí con flores. Menos de un millón de personas viven en esta región de Siberia, y ahora no hay personas que no conozcan al menos a alguien que murió en Ucrania (al menos a través de una persona)". Según datos oficiales, 295 habitantes de Buriatia han fallecido en el frente ucraniano. Asevera que "la gente quiere entender por qué murieron los soldados de Buriatia". María Vyshukova, la analista militar de la misma organización, matiza un detalle: "No todos [los fallecidos registrados] son nativos de la república (...) porque hay muchas unidades militares en Buriatia pero poca gente local".

En respuesta a la ocupación de territorios ucranianos, Occidente ha respondido con sanciones al Kremlin. En este marco, Rusia mira a Pekín para solventar la falta de productos que antes se importaban de Estados Unidos y de la UE. En función de a quién se pregunte en Buriatia y otras partes de Siberia, China es alguien a quien tender la mano o a quien mirar de reojo. Uno de los que desconfía del vecino más poblado de Rusia es Timur, que apunta que "pueden parecer amigables, pero es solo en apariencia. Realmente no se sabe qué tienen en la cabeza, qué planes tiene su gobierno". Concluye que "parecen amistosos, pero en realidad, no sé, tal vez estén listos para conquistar Rusia o parte de Siberia". Por otro lado, en la región se entiende el acercamiento a Pekín. Ardar por ejemplo afirma que "es beneficioso para Rusia". Entiende que "no sienta bien por algunos precedentes, pero para el conjunto del país es muy bueno". Entre los incidentes previos que menciona está la tala ilegal de madera siberiana por parte de China, hecho que muchos habitantes de la zona tiene presente.

Votación a la vista

Estos no son los únicos temas que preocupan a los habitantes de la región. Explica Altana que le preocupa la desaparición de su lengua local. Lamenta que "es el tema más apremiante, porque la lengua buriatia está en peligro de extinción y me avergüenzo de no hablarla". A Svetlana en cambio le preocupa la falta de infraestructura: "Faltan colegios, faltan carreteras", dice. Con todas estas preocupaciones en la cabeza, los  habitantes de Buriatia pasarán por las urnas para elegir el nuevo gobernador. Aunque también hay un porcentaje de locales que no participarán en los comicios. "Creo que mi voto allí no tendrá ningún valor, en términos generales. Porque ya está todo decidido", sentencia Timur, que expresa desinterés total por la política.

En estos comicios cuenta con ventaja el actual gobernador de Rusia Unida, Alexey Tsydenov, que en 2017 se impuso con un 87,43% de los votos a sus dos competidores, Batodalay Bagdayev (Partido Comunista, 5,15%) y Serguei Dorosh (Partido Liberal-Demócrata, ultranacionalista, 4,39%).

Aunque el contexto actual no es el mismo de 2017, no se prevén sorpresas. Razona el investigador independiente Kamil Galeev que las elecciones "están ampliamente controladas por poderes regionales, a las que el Kremlin les pide falsificar los resultados [si no, se exponen a ser despedidos o encarcelados], así que, si siguen asustándose, las falsificarán". Apostilla que "si no lo hacen, entonces mostrarán los resultados reales. [Los resultados] no se tratan de votos, sino de miedo al poder". En esta ocasión Tsydenov se verá las caras con Semyon Matkheyev (Novye Lyudi, centroderecha), Sergey Dorosh (LDPR) y Viktor Malyshenko (Partido Comunista).

Buriatia es una de la treintena de las regiones que participan en el domingo conjunto de elecciones en Rusia. En ellas algunas de ellas se elige al gobernador regional (como es el caso de la propia Buriatia), mientras que en otras se elige la composición del Parlamento regional o el de la capital de provincia. 

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