Crisis energética

Los Veintisiete secundan el plan de crisis de Bruselas salvo el tope al gas ruso

Los ministros de energía de la UE piden a la Comisión Europea que presente medidas de ahorro de electricidad, topes a los beneficios de las renovables y un instrumento de liquidez

La presidencia checa de la UE no descarta convocar otro consejo extraordinario durante el mes de septiembre para aprobar propuestas

HANDOUT - 09 September 2022, Belgium, Brussels: German Minister for the Economy and Climate Protection Robert Habeck (C) talks with Minister of the Environment and Energy of Greece Konstantinos Skrekas (R) and European Commissioner for Energy Kadri Simson

HANDOUT - 09 September 2022, Belgium, Brussels: German Minister for the Economy and Climate Protection Robert Habeck (C) talks with Minister of the Environment and Energy of Greece Konstantinos Skrekas (R) and European Commissioner for Energy Kadri Simson / EU Council / dpa

Silvia Martinez

Silvia Martinez

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Las propuestas legislativas que presentará la Comisión Europea el próximo martes 13 de septiembre para intervenir el mercado energético europeo deberá incluir medidas para reducir la demanda de electricidad de forma coordinada, para limitar los ingresos extraordinarios de los productores de electricidad como renovables o nuclear y un nuevo instrumento de liquidez para apoyar a los operadores energéticos que actúan en el mercado de futuros. Son algunos de los elementos que han recibido el apoyo de los ministros de energía de la UE durante el consejo extraordinario celebrado este viernes. Del encuentro de “urgencia" también sale el mandato al Ejecutivo comunitario para que explore algún tipo de tope al precio del gas, aunque sigue sin gustar la idea de poner un límite exclusivo al precio del gas ruso.

Los ministros de energía de la UE avalan así el grueso de las ideas lanzadas a mediados de semana por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para intervenir el mercado energético europeo y poner coto a la espiral de precios ante una situación que no ha dejado de agravarse este último año. “El debate de hoy no ha sido fácil. No es la última vez que nos reuniremos para hablar de los precios de la energía. Lo que hemos hecho es dar un mensaje claro sobre lo que tenemos que hacer”, ha explicado el ministro checo y presidente de turno del Consejo este semestre, Jozef Sikela, sobre los cuatro grandes ámbitos que esperan ver reflejados en las propuestas legislativas que servirán de base para la verdadera negociación.

Y lo primero que consideran urgente, en línea con las ideas planteadas por von der Leyen, es limitar los ingresos de los productores de electricidad inframarginales con bajos costes de producción, como las renovables o la nuclear, con el objetivo de destinar esos ingresos adicionales a reducir la factura de consumidores y empresas. También están de acuerdo en poner en marcha una “contribución solidaria” de las empresas de combustibles fósiles -petroleras y gasistas- que los Estados miembros puedan utilizar para mitigar el impacto de los altos precios de la energía en los clientes. 

Tope al precio del gas

Los Veintisiete también estiman que el plan de Bruselas deberá incluir una “intervención de emergencia y temporal” para frenar los precios del gas, incluida una limitación del precio del gas. Una idea no incluida en los borradores de intenciones de la Comisión en los que solo figura un tope al precio del gas ruso. Una idea que, aunque genera simpatías en algunas capitales que apoyan castigar directamente al Kremlin por utilizar el gas como “arma de guerra”, no suscita consenso. “Es algo doloroso, particularmente para Austria. Hemos logrado reducir la dependencia del gas ruso del 80 a por debajo del 50% pero todavía somos dependientes. Por eso no podemos apoyar esta propuesta en este momento”, ha reconocido la ministra de Austria, Leonore Gewessler. Hungría, principal aliada en la UE de Vladimir Putin, va más lejos. Su ministro de exteriores, presente en la reunión, ha tachado la idea de absurda porque no elimina los riesgos para la seguridad de abastecimiento.

La comisaria de energía, Kadri Simson, no ha aclarado si eliminarán la opción de la batería de medidas del martes ni si ampliarán el paraguas del tope a todo el gas natural, incluido el importado de otros países terceros productores. “Los ministros nos han pedido que analicemos los efectos que tendría fijar un tope al gas del resto de importaciones a la UE” pero “si lo que queremos con nuestra propuesta es hacer frente a la manipulación rusa tiene sentido abordar un tope al gas ruso” ha recordado sobre un tope general que reclaman desde hace muchos meses países como Bélgica o Italia y que, según ella, podría poner en riesgo la seguridad de suministro en la UE.  

“El mercado del gas natural licuado es un mercado global y hay una feroz competencia. En este momento es importante que, al perder volumen ruso. podamos optar por proveedores alternativos. Estamos viendo otras posibilidades de reducir el precio, sustituyendo la producción rusa por la de otros socios más fiables”, ha informado sin aclarar si seguirán el mandato del Consejo en este terreno. “Es lo más complejo que tenemos que decidir”, ha admitido el ministro checo que ha reconocido que este tema necesita “más trabajo”.

Según Sikela, topar el precio del gas debería servir para “aliviar las consecuencias sociales y económicas de los elevados precios actuales de la energía” lo que significa que podría asemejarse a una especie “excepción ibérica” para toda la UE, una vía recogida en el documento preparatorio de la presidencia checa, descartada hasta ahora por la Comisión, pero que interesa en países como Francia o Rumanía, según ha indicado la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera.

Del encuentro también sale una petición de crear “instrumentos de liquidez de emergencia" que garanticen que las empresas energéticas tienen a su disposición garantías colaterales suficientes para hacer frente a los mercados distorsionados que hay en la actualidad. Por último, los Veintisiete han cerrado filas con la idea de incentivar una reducción coordinada de la demanda de electricidad en toda la UE, para aliviar la presión sobre la generación de electricidad y hacer frente a la escasez de energía y a los altos precios de la misma. La iniciativa en la que trabaja la Comisión Europea plantea un ahorro obligatorio del 5% en las horas punta siempre. Según la presidencia checa de la UE el enfoque deberá ser parecido al acordado para reducir la demanda de gas. Es decir, un sistema con objetivos voluntarios de ahorro que podrían convertirse en vinculantes en caso de problemas.