Biden y Adams: alianza contra el crimen en Nueva York

Joe Biden tenía dónde elegir para presentar sus iniciativas para combatir la violencia con armas de fuego, una epidemia que en los últimos años, y especialmente desde el inicio de la pandemia de coronavirus, ha ganado en virulencia en numerosas urbes de Estados Unidos. El presidente podía haber ido a Chicago, a Baltimore, a Filadelfia, ciudades con algunos de los peores índices de tiroteos... Pero ha viajado este jueves a Nueva York, una decisión que tiene muchas razones.

Tras cerrar 2021 con 488 homicidios, la metrópolis ha vivido un enero negro. Aunque las cifras están lejos de las de los años más aciagos, esos 80 que veían unos 2.000 homicidios anuales y que alcanzaron su pico con 2.262 en 1990, la violencia ha subido, con el crimen creciendo en lo que va de año un 38% y un 70% en el metro. Esa violencia ha dejado además un reguero de víctimas: una adolescente que murió por disparos en un robo cuando trabajaba de cajera en una hamburguesería en Manhattan, una bebé de 11 meses fue alcanzada en la cara por una bala perdida en el Bronx, la mujer que falleció al ser empujada al metro por un hombre sin hogar con problemas mentales o los dos policías asesinados cuando respondían en Harlem a una llamada de violencia de género, seis de los agentes locales que han recibido disparos desde que arrancó 2022....

Son sucesos que ganan proyección en Nueva York, la más prominente de las grandes ciudades estadounidenses, la que más atención mediática genera a nivel nacional y global, y una urbe donde esas cuestiones se hicieron centrales en la última campaña electoral para elegir alcalde y contribuyeron a la victoria del expolicía Eric Adams, en el que Biden, lastrado por el fracaso hasta el momento por sacar adelante una propuesta federal de reforma de la policía, busca y ha encontrado un aliado natural.

Apoyo a la policía

Este jueves, en la primera etapa de su visita neoyorquina, en un acto en la sede central de la policía, el presidente ha mostrado su alineación con las propuestas de Adams. “La respuesta no es abandonar las calles, la respuesta no es quitar financiación a la policía”, ha dicho el mandatario, que ha abogado frente a esa propuesta que ganó apoyos entre algunos en EEUU, especialmente tras el asesinato de George Floyd, por una inversión mayor en programas de “prevención e intervención”.

 Horas antes de que el presidente llegara a Nueva York, donde visitaba también una centro comunitario de prevención de crimen en Queens, su Administración presentaba varias iniciativas. Se han dado instrucciones a las oficinas de todos los fiscales federales, por ejemplo, para que aumenten los recursos destinados a combatir crimen violento a nivel local. El Departamento de Justicia ha lanzado un programa para formar a fiscales para que persigan los casos de las llamadas “armas fantasmas”, que se montan con piezas y no están federalmente reguladas. Se subrayan iniciativas para combatir el flujo de armas ilegales del sur al este. Y Biden podía escuchar directamente de Adams la reclamación de más fondos federales para combatir la ola de crimen.

 La alianza entre la Casa Blanca y Gracie Mansion tiene también detractores. El plan de Adams de recuperar una unidad de policías de paisano que se desmanteló tras el caso de Floyd, incrementar la presencia policial en el metro o intentar que la legislatura estatal vuelva a endurecer las leyes de fianzas son vistas con recelo por algunos. Y entre ellos se cuenta la congresista progresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, que expresaba en unas declaraciones a ‘The New York Times’ su preocupación porque con Adams retornen la retórica de mano dura contra el crimen de los años 90 y una “política centrada en cárceles y policías”.