Nuevo escenario en Afganistán

Los talibanes 'venden' una imagen moderada pero la ONU desconfía

Naciones Unidas advierte de que "seguirá de cerca" si los islamistas cumplen sus promesas de respeto a las mujeres

En Kabul, las estudiantes han dejado de acudir a la universidad y las escuelas permanecen cerradas

Los talibanes declaran una 'amnistía general' tras conquistar Afganistán

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Desde que el domingo tomaran Kabul y se hicieran así con el control de Afganistán, los talibanes se han esforzado por transmitir al mundo una imagen relativamente más moderada de lo que es habitual en ellos. Así, han prometido una amnistía general y dejar trabajar a las mujeres "dentro del marco del islam". La coletilla "dentro del marco del islam" no transmite demasiada confianza conociendo la visión radicalizada del islam que promulgan los talibanes. Y precisamente con desconfianza acoge la ONU todas estas promesas, haciéndose eco de la inquietud y el temor que se han apoderado de miles de afganos, especialmente de las mujeres, que ven peligrar sus derechos y libertades. En su mente, el recuerdo de cuando el grupo controlaba, a finales de los años 90, gran parte de Afganistán e impuso un régimen de terror que incluía la lapidación de las mujeres adúlteras o la ejecución de los varones acusados de homosexualidad

La ONU ha advertido de que seguirá "muy de cerca" el cumplimiento de las promesas hechos por talibanes de respetar los derechos humanos, especialmente el de las mujeres y las niñas. Desde la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, su portavoz Rupert Colville ha subrayado los "escalofriantes informes de abusos de los derechos humanos, y de restricciones de los derechos de las personas, especialmente de las mujeres y las niñas, en algunas partes del país captados en las últimas semanas. Se siguen recibiendo estos informes. Lamentablemente, por el momento, el flujo de información se ha visto considerablemente interrumpido, y no hemos estado en condiciones de verificar las denuncias más recientes".

Niños heridos y hambrientos

Desde Kabul, el jefe de operaciones de campo y emergencias de la ONU, Mustapha Ben Messaoud, ha informado de la presencia de niños hambrientos, "algunos con terribles heridas" tras los enfrentamientos entre los nuevos gobernantes del país y las fuerzas de seguridad afganas. "En Kandahar, he visto los impactos directos de este reciente recrudecimiento de los combates y ese impacto son los niños gravemente desnutridos que he visto heridos de tal manera que es difícil de describir, niños pequeños, de tan sólo 10 meses", ha relatado.

Colville se ha referido a las promesas de los talibanes respecto a las mujeres: "Han prometido ser inclusivos. Han dicho que las mujeres pueden trabajar y las niñas pueden ir a la escuela. Estas promesas tendrán que cumplirse, pero de momento, debido a la historia reciente, estas declaraciones han sido recibidas con cierto escepticismo. Sin embargo, las promesas se han hecho, y si se cumplen o se rompen serán objeto de un examen cercano".

Cambios para las mujeres

De momento, lo que sí se ha constatado desde el domingo, es que las mujeres han dejado de acudir a la universidad y las escuelas siguen cerradas. Han recuperado la vestimenta islámica y apenas se dejan ver por las calles. Da fe de ello Aisha Khurram, de 22 años. Khurram, que representa a la juventud afgana ante la ONU, tenía que haber concluido sus estudios en la Universidad de Kabul en los próximos meses. Pero el domingo por la mañana, ella y sus compañeros no pudieron volver entrar en el campus y su futuro es más que nunca incierto. "Es una pesadilla para las mujeres que han estudiado, que piensan en un mañana mejor para ellas y las generaciones futuras", lamenta.

En las últimas horas, mujeres muy conocidas en Kabul han expresado en las redes sociales su tristeza al ver su país y toda su vida destrozadas a manos de los talibanes. "Empecé el día mirando las calles vacías de Kabul, horrorizada", escribe Fawzia Koofi, militante por los derechos humanos y antigua vicepresidenta del Parlamento afgano. "La historia se repite tan rápido".

"El miedo se te graba"

"El miedo se te graba, está ahí como un pájaro negro", añade Muska Dastageer, profesora en la Universidad estadounidense de Afganistán, inaugurada cinco años después de la marcha de los talibanes. "Abre sus alas y ya no puedes respirar".

Rada Akbar, pintora y fotógrafa, es conocida por sus retratos, una reivindicación de la independencia y de la herencia de Afganistán. Este año tuvo que organizar su exposición de homenaje a importantes mujeres afganas por internet, tras recibir amenazas. El lunes, su miedo era palpable. "Quiero volverme invisible y esconderme del mundo", escribió en uno de sus últimos tuits.

Sahraa Karimi, una de las directoras de cine afganas más famosas, ha reclamado a la comunidad internacional a "no dar la espalda" a los afganos.

Durante 1996 y 2001, los talibanes en el gobierno impusieron una visión ultraortodoxa de la ley islámica que impedía a las mujeres estudiar o trabajar, salir de casa si no era acompañadas de un miembro masculino de su familia y les obligaba a llevar el burka (velo integral) en público. Las flagelaciones y ejecuciones, incluso la lapidación por adulterio, eran prácticas habituales en las plazas y estadios de las ciudades.

No solo el colectivo femenino ve con desconfianza las promesas de los talibanes. También los cientos de afganos que se acercan desesperados al aeropuerto de Kabul con la esperanza de abandonar el país. Militares de EEUU han evacuado ya a unas 3.200 personas de Afganistán.