Oriente Próximo

Netanyahu rechaza la petición de Biden de "desescalar" y mantiene la ofensiva en Gaza

El presidente de EEUU reclama al dirigente israelí un gesto para "allanar el camino al alto el fuego"

Más de 50 escuelas han sido destrozadas en la Franja y 72.000 palestinos se han convertido en desplazados internos

El fuego y el humo se elevan por encima de los edificios tras un ataque aéreo israelí, en medio de la escalada de violencia israelí-palestina.

El fuego y el humo se elevan por encima de los edificios tras un ataque aéreo israelí, en medio de la escalada de violencia israelí-palestina. / Ashraf Amra

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

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Los gazatís imploran a los cielos el fin de los bombardeos. En una nueva Franja hecha pedazos se acumulan los escombros y se multiplican los desplazados internos a la vez que disminuyen los hogares, las escuelas y los coches. Desde el otro lado del Atlántico, el presidente estadounidense Joe Biden ha comunicado este miércoles a Netanyahu que "espera una desescalada significativa para allanar el camino al alto el fuego", a lo que el primer ministro israelí ha respondido que "está convencido de continuar la operación en Gaza hasta restaurar la calma". A la orilla del Mediterráneo, en el devastado enclave, merma la esperanza.

Tras 10 días de bombardeos sobre Gaza, al menos 219 personas han muerto, entre las cuales se encuentran 63 menores. El drama humanitario se extiende a los 72.000 desplazados internos que han provocado los ataques. La mayoría de ellos se refugian hacinados en las escuelas, lo que agrava el temor a una mayor propagación del coronavirus. "Gaza y Cisjordania acaban de tener los brotes más altos de covid-19 recientemente, peor que la India en proporción", apunta un comunicado de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).

Allí, en esos espacios aglomerados, la escasez de agua, comida y electricidad acrecienta su asfixia. La UNRWA ha hecho un llamamiento para que Israel permita el acceso de material y personal humanitario de forma inmediata. "Estamos presenciando un inmenso sufrimiento humano y grandes daños en viviendas e infraestructura vital en Gaza", ha expresado el secretario general de la ONU, António Guterres, en un tuit. 

Daños por 205 millones de euros

Los bombardeos no sólo están destrozando edificios y servicios básicos, sino que también se llevan consigo a profesionales de la salud, muy escasos ya en la Franja. Según el Ministerio de Información, los daños registrados en el enclave por la actual escalada bélica con Israel se acercan a los 205 millones de euros (250 millones de dólares). Una cincuentena de escuelas de Gaza han resultado dañadas por los ataques que afectaron a un total de 41.987, tal y como afirma Save the Children. En Israel, tres escuelas han sufrido daños.

Durante la noche del martes, Israel lanzó 122 bombas en 25 minutos sobre la Franja. Netanyahu presume que los ataques sobre Gaza han hecho "retroceder a Hamás muchos años", declaración que augura un posible alto el fuego inminente. Según el Ejército israelí, las milicias palestinas han lanzado un total de 3.750 proyectiles y cohetes hacia Israel en los últimos 10 días. El 90% de los cuales fueron interceptados por la Cúpula de Hierro, el sistema antimisiles.

Más presión sobre Netanyahu

La presión aumenta sobre Netanyahu para detener la ofensiva. Aunque este miércoles el primer ministro israelí ha recrudecido su discurso sin visualizar un fin a los ataques, Biden le ha exigido una "desescalada este miércoles que allane el camino para el alto el fuego". Netanyahu le ha agradecido su apoyo al derecho a defenderse de Israel y le ha comunicado que "está convencido de continuar la operación en Gaza hasta restaurar la calma". "Queremos alcanzar los objetivos de la operación; no es posible establecer cuánto tiempo va a durar", ha dicho el israelí horas antes de la llamada transoceánica.

Israel no ha descartado la eventual reconquista de la Franja de Gaza. "Puedes conquistarlos, y esa es siempre una posibilidad abierta, o puedes disuadirlos", ha confesado Netanyahu en una reunión de diplomáticos "Estamos comprometidos en este momento en una disuasión contundente, pero tengo que decir que no descartamos nada", ha añadido. Desde el sur del Líbano, se han lanzado cuatro cohetes hacia Israel, el tercer ataque de este tipo en menos de una semana. No ha habido heridos y el Estado hebreo ha respondido con artillería.

Mientras, en la Cisjordania ocupada se ha vivido una jornada triste con los funerales de los cuatro palestinos muertos en enfrentamientos con el Ejército israelí. Durante las protestas del martes en el marco de la huelga general, las fuerzas israelís respondieron con violencia acabando con la vida de jóvenes de hasta 15 años. Francia sigue trabajando con los vecinos de Israel, Egipto y Jordania, en una resolución para el alto el fuego, con el apoyo de China. Junto a la declaración de Biden, parece que los cielos se despejan para los gazatís.

La formación del nuevo gobierno israelí, en el aire

En medio de la violencia dentro y fuera de Israel, el país sigue sin gobierno. Hace diez días, las rondas de negociaciones para un "gobierno del cambio" sin Netanyahu copaban los medios israelís. Ahora, se avecina un giro demasiado familiar en las conversaciones. Después de que Naftali Bennett de Yamina anunciara que este renovado gobierno encabezado por él y el centrista Yair Lapid estaba fuera de la mesa, el escenario se vuelve favorable para Bibi. 

Gideon Saar, el tránsfuga del Likud, parece estar dispuesto a compartir el poder con Netanyahu, según informa Haaretz. De esta forma Saar repite la estrategia que ya sufrió Gantz. Ambos traicionan a un electorado que les votó con la confianza de no unirse al inmortal Netanyahu y de presentarse como su alternativa de derechas. 

Pero el encargado de formar gobierno sigue siendo Lapid, el líder de Yesh Atid, al que apenas le quedan dos semanas para hacerlo. Ante la negativa de Bennett, sus únicas posibilidades recaen en los dos partidos árabes. Un gobierno que incorporara a las formaciones que representan al 20% de la población es algo inaudito en Israel. Aunque todo es posible en este sistema político tan desgastado tras cuatro elecciones en dos años. Además, este radical pacto político podría suponer el fin de los enfrentamientos entre judíos y palestinos de Israel en las calles.

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