Drama humanitario

Afganistán, la guerra enquistada de EEUU que ha dejado más de 150.000 muertos

El conflicto militar ha causado casi 40.000 bajas civiles y ha forzado a desplazarse a 1,2 millones de personas

La retirada total de las tropas estadounidenses se producirá en septiembre, casi 20 años después de iniciar su guerra más larga

Un soldado estadounidense inspecciona un atentado en el norte de Afganistán

Un soldado estadounidense inspecciona un atentado en el norte de Afganistán / Noorullah Shirzada (AFP)

Carles Planas Bou

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Estados Unidos se irá definitivamente de Afganistán. Con el anuncio de la Administración de Joe Biden de retirar todas sus tropas de forma escalada durante los próximos meses, la superpotencia pone fin a una intervención militar convertida en un inmenso y olvidado desastre humanitario que se ha enquistado durante casi dos décadas.

El conflicto en el país centroasiático ha dejado un rastro de muerte difícil de cuantificar. Según Amnistía Internacional, los 19 años y seis meses de guerra han causado más de 150.000 muertos -casi 60.000 serían militares y policías afganos- y 1,2 millones de personas desplazadas. En 2019, la ONU señaló que más de 38.000 muertos habrían sido civiles afganos. Más de 400 trabajadores humanitarios y 54 periodistas han sido asesinados en ese período.

Misión fallida

El 7 de octubre de 2001, la Casa Blanca, bajo el mandato de George W. Bush, puso en marcha su guerra global contra el terrorismo con bombardeos contra territorios clave del Afganistán controlado por el régimen de los talibanes -a quienes la CIA entrenó y financió entre 1979 y 1989 en el marco de la Guerra Fría contra la URSS- tras negarse estos a dejar de hospedar al grupo yihadista Al Qaeda y a su líder, Osama bin Laden, el cerebro de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

La conocida como 'Operación Libertad Duradera', que EEUU llevó a cabo junto al Reino Unido y una coalición de países miembros de la OTAN entre los que estaba España, terminó oficialmente el 28 de diciembre de 2014. A partir de 2015, la coalición internacional acordó seguir en Afganistán para entrenar y asesorar a las fuerzas afganas. Sin embargo, con el aumento de poder talibán y la aparición en escena del grupo yihadista Estado Islámico, el conflicto ha seguido enquistado desde entonces, con nuevas noticias de incursiones, ataques y atentados casi a diario.

Más allá de derrocar al primer gobierno talibán (pocas semanas después de los primeros bombardeos) y acabar con la vida de Bin Laden (en 2011), la misión estadounidense en Afganistán ha sido un claro fracaso. Dos décadas después de su intervención, los talibanes siguen controlando gran parte del país. Y, a pesar de las negociaciones de paz entre los talibanes y el Gobierno de Kabul -apoyado por Washington-, los niveles de violencia se han disparado en los primeros meses de 2021. La ONU ha denunciado este miércoles 573 civiles muertos y 1.210 heridos en los enfrentamientos registrados durante el primer trimestre del año, lo que supone un incremento del 29% respecto al mismo periodo de 2020.

EEUU, bajo investigación

En marzo del año pasado, el Tribunal Penal Internacional autorizó una investigación para buscar posibles casos de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en Afganistán por EEUU, los talibanes y las autoridades nacionales. La Fiscalía acusó a miembros de las fuerzas armadas estadounidenses y de la CIA de "cometer crímenes de guerra de tortura y trato cruel, atentados contra la dignidad personal, violación y otras formas de violencia sexual".

Actualmente solo quedan 2.500 de los hasta 100.000 soldados que EEUU llegó a tener en suelo afgano, así como otros 7.000 efectivos de tropas extranjeras, la mayoría pertenecientes a la Alianza Atlántica.

La guerra más larga de EEUU

Afganistán ha sido el Vietnam moderno de EEUU. Con casi dos décadas, la mayor potencia del mundo se ha visto atrapada en la que es la guerra más larga de su historia. Las tropas estadounidenses han sufrido más de 2.400 pérdidas y casi 20.000 soldados han resultado heridos en una contienda que no ha evitado que los talibanes mantengan importantes cuotas de poder. Además, otros casi 4.000 contratistas estadounidenses han muerto en Afganistán en ese período de tiempo, según un informe de la Universidad de Brown de 2019.

El conflicto también habría costado miles de millones de dólares a las arcas estadounidenses. Ese mismo informe calcula que el coste total gira en torno a los dos billones de dólares.

La guerra de Afganistán ha manchado a los últimos cuatro presidentes estadounidenses: impulsada por George W. Bush, mantenida por Barack Obama y de retirada con Donald J. Trump y ahora Joe Biden. La salida de los 2.5000 soldados que aún restan en el país centroasiático pondrán punto final a una misión fallida que se ha convertido en una losa para Washington.