VICTORIA DEL PARTIDO DE MORALES

Patricia Arce Guzmán, la otra gran ganadora en Bolivia

Patricia Arce

Patricia Arce / periodico

Abel Gilbert

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La aplastante victoria electoral del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones bolivianas tiene los rostros de muchas mujeres, pero uno reluce de manera especial, el de Patricia Arce Guzmán. Un año atrás fue linchada con usanzas medievales. Desde la noche del domingo es senadora del partido que gobernará a través de la fórmula presidencial Luis Arce-David Choquehuanca.

Lo único que comparte con el mandatario electo es el apellido. Sus destinos se bifurcaron en cuanto tuvo lugar el golpe de Estado contra Evo Morales, el noviembre pasado. El ex ministro de Economía se vio obligado a abandonar un país administrado con sed de venganza. Ella, en cambio, decidió sanar sus heridas. El mundo la había conocido cubierta de pintura roja. Se desempeñaba entonces como alcaldesa del municipio de Vinto en la región de Cochabamba. Algunos de los manifestantes que no habían aceptado el triunfo de Morales en los comicios del 20 de octubre de 2019 la seleccionaron como blanco de su ira. La sacaron de su despacho y la arrastraron por la calle. "Sácate los zapatos", le ordenaron, y caminó descalza sobre piedras y vidrios. La golpearon y trataron de raparle la cabeza. El castigo fue la pintura. Y así la retrató un fotógrafo. La imagen resumió los días de escarnio. La policía la rescató después de horas de ser rehén de la turba  y la trasladó a un hospital. "Habrán podido cortarme el cabello, tal vez golpearme, pero mis ideas siguen intactas", dijo unas semanas después, cuando retomó su puesto, en otra Bolivia.

Un año más tarde, Arce cree que el tiempo ha puesto las cosas en su lugar. No fue tan sencillo revertir la situación. En el camino, recordó durante su campaña electoral, ha habido muertos. El pasado abril, el gobierno de facto de Jeanine Áñez llevaba a cabo sin rubores y a pesar de la pandemia la política que su principal ministro, el ahora cesado Arturo Murillo, había definido de "cacería" de dirigentes del MAS. Arce fue arrestada junto a sus cinco hijos. La acusaron de haber organizado una fiesta y consumir bebidas alcohólicas en medio del confinamiento.

La alcaldesa denunció que supuestas fuerzas de seguridad llegaron a su casa con armas de fuego y trataron de romper la puerta. "Me acusan de haber atentado contra la salud. Se trata de un abuso contra mi persona y toda mi familia. Si es delito hacer buen trabajo para la población, no tengo miedo", aseguró.  Las pruebas de alcoholemia le dieron negativo. Eso ya lo sabía. Como sabía que todo era un nuevo acto de humillación pública. "Somos Mujeres con Valor. Al recordar estos momentos tristes en mi vida, quiero resaltar que el apoyo de tanta gente me hizo más fuerte. A pesar de la tempestad, vendrán tiempos mejores", dijo.

 Arce retomó nuevamente las tareas de gobierno de su municipio de unos 50.000 mil habitantes y 200 kilómetros de superficie. Dedicó sus principales esfuerzos a asistir a los enfermos de covid-19. El MAS le propuso ser candidata a senadora, y aceptó. "Con trabajo, humildad y con el apoyo del pueblo boliviano, recuperamos nuestro país, para todas y todos con unidad y valentía", dijo cuando supo los resultados de las elecciones. A través de su cuenta de twitter agradeció "a las y los hermanos que confiaron en este proyecto que va a recuperar el estado luego de este Golpe de Estado". Recibió tantos besos y abrazos que tuvo que cambiar dos veces la mascarilla.

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