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Johnson, un año marcado por el 'brexit' y el covid-19

un año de jonhson como primer ministro

un año de jonhson como primer ministro / periodico

A. Niubó

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Boris Johnson cumple un año en el cargo de primer ministro en su momento más bajo de popularidad y en medio de fuertes críticas por la gestión que ha hecho de la pandemia. Lejos queda aquel político que se hizo con el liderazgo del Partido Conservador en unas históricas primarias tras imponerse con el 66% de los votos. Sustituía a Theresa May, que fue forzada a dimitir por un parlamento eminentemente europeísta que frustraba cualquier plan de los 'brexiters'.

La victoria de Johnson supuso el fin de la división en los 'tories' entre europeístas y euroescépticos y el triunfo de los 'brexiters' más radicales. Había conquistado su partido, pero seguía encontrándose con el muro europeísta del Parlamento. Johnson utilizó todo tipo de estratagemas para lograr revertir la balanza de poderes en los Comunes.

La decisión más polémica fue cuando utilizó a la reina para cerrar el Parlamento durante cinco semanas en las tensas semanas previas a la fecha de salida de la Unión Europea (UE), fijada para el 31 de octubre. Se interpretó como un intento de evitar pedir la prórroga que había prometido no pedir. Los tribunales declararon ilegal la decisión de Johnson, que no tuvo más remedio que pedir la prórroga.

Distritos obreros

A cambio, consiguió que se convocaran las elecciones el 12 de diciembre en las que arrasó consiguiendo los mejores resultados para los conservadores desde Thatcher en el 87. La clave fueron los distritos obreros del norte del país tradicionalmente laboristas y 'brexiters' decepcionados con un ambiguo y débil Jeremy Corbyn y embelesados con el mensaje populista de Johnson. Consiguió una mayoría de 74 diputados en el Parlamento revirtiendo la balanza a favor de los 'brexiters'. El lema electoral de Johnson no dejaba resquicio para la duda. “Implementemos el 'brexit'", decía.

Las elecciones también sirvieron para hacer limpieza dentro del partido y eliminar a los europeístas y a los más moderados y dar un giro hacia la derecha. Sin la oposición de los europeístas en el Parlamento y con los laborista en harapos no tuvo problema para lograr aprobar un acuerdo con la UE que le garantizaba el 'brexit'.  La clave fue que permitió que Irlanda del Norte se quedara alineada con la normativa europea. Ya no le hacían falta sus socios unionistas norirlandeses, que mantuvieron en el poder a los conservadores desde el 2017.

Johnson consiguió lo que quería, la salida de la UE, celebrada por todo lo alto el 31 de enero como el nuevo día de la independencia del país. Su popularidad tocó techo. Todo cambió con la pandemia. Se le criticó por reaccionar tarde (fue el último país europeo en ordenar el confinamiento) y por coquetear con la inmunidad de grupo y no tomarse en serio el peligro del coronavirus.

Contracción económica

Cuatro meses después, el Reino Unido es el país europeo con más muertos por el covid con más de 45.500. Su aprobación ciudadana ha pasado del 63% a finales de marzo al 39% actual. Su Gobierno también pasó del 52 al 32% en tres meses. El país se encuentra en recesión, el déficit es enorme y la contracción de la economía prevista este año de más del 14%. También han quedado en el aire las promesas que hizo a los laboristas del norte. Los sondeos indican que los laboristas se impondrían en unos comicios si se celebraran ahora, algo impensable en enero.

Durante estos cuatro meses de el covid-19 Johnson estuvo hospitalizado tras contraer el virus y nació su sexto hijo, el primero con su actual pareja. Y se ha encontrado con un nuevo líder laborista sólido, Keir Starmer, que ya le gana en valoración, y con que el apoyo a la independencia en Escocia ya es del 52-53% gracias a la buena gestión que ha hecho de la pandemia Nicola Sturgeon, en contraposición con Johnson en Inglaterra.

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