TRADICIÓN CUMPLIDA

Trump visita por sorpresa a las tropas de EEUU en Irak

La primera dama le acompaña en un viaje que llega cuando vive la relación más turbulenta con el estamento militar

Donald y Melania Trump se hacen un selfi en Iraq.

Donald y Melania Trump se hacen un selfi con militares en la base estadounidense de la ciudad iraquí de Al Asad. / periodico

Idoya Noain

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Tras la semana más turbulenta en su presidencia de relación con el estamento militar, en medio de un cierre parcial del gobierno federal motivado por su negativa a aceptar cualquier acuerdo presupuestario que no incluya 5.000 millones de dólares para el "muro" en la frontera con México, Donald Trump ha protagonizado este miércoles una visita sorpresa a tropas estadounidenses destacadas en Irak. Durante su visita, Trump justificó su retirada de tropas de Siria y Afganistán: "Los Estados Unidos no pueden continuar siendo el policía del mundo".

El mandatario volvió a criticar a los países que, según afirmó, se aprovechan de la protección militar de EEUU. "Ellos no pagan por ello y tendrán que hacerlo", agregó el gobernante, que calificó de "ridículo" que las tropas estadounidenses estén en "países de los que la mayoría de la gente ni siquiera ha oído hablar".

El mandatario, que ha viajado acompañado de la primera dama, Melania Trump, salió de Washington en secreto la noche de Navidad y con la visita pone fin a las críticas que han cuestionado que durante sus casi dos primeros años como comandante en jefe no hubiera acudido a encontrarse en persona con militares desplazados a zonas de conflicto. Trump ha suspendido un encuentro que estaba previsto con el primer ministro iraquí, Adil Abdul-Mahdi.

En Irak están desplegados algo más de 5.000 efectivos militares estadounidenses, un contingente sobre el que Trump de momento no ha mostrado intenciones de recortar. La semana pasada, en cambio, anunció el repliegue de todas las tropas de Siria (unos 2.000 militares), esgrimiendo el cuestionado argumento de que se ha derrotado al Estado Islámico, y ha dado órdenes también de reducir a la mitad la presencia en Afganistán, donde hay unos 14.000.

Ambas decisiones, desaconsejadas por sus máximos asesores de Defensa y Seguridad Nacional, empujaron a presentar su dimisión al secretario de Defensa, Jim Mattis, así como al enviado especial para la coalición que combate al Estado Islámico, Brett McGurk, y abrieron la mayor brecha hasta la fecha de Trump con los halcones republicanoshalcones. Trump, furioso por las críticas y por el demoledor contenido de la carta de dimisión de Mattis, incluso adelantó la salida del jefe del Pentágono, que estaba prevista para febrero, y anunció que será sustituido el 1 de enero de forma interina por Patrick Shanahan, un antiguo ejecutivo de Boeing sin credenciales militares y con escasa experiencia en gobierno y política exterior.

Mensaje político y de imagen

Para Trump el viaje a Irak contiene un mensaje político y de imagen. En Mosul se logró la que se considera la mayor victoria militar contra el EI. Con la visita a las tropas (la primera a militares en zona de combate tras otras que realizó a tropas estacionadas en Italia, Japón y Corea del Sur) entierra algunas polémicas, como la que creó al cancelar una visita a un cementerio militar en las afueras de París por la lluvia durante el fin de semana en que se celebraba el centenario de la Primera Guerra Mundial o al no visitar el cementerio de Arlington en la última fiesta de los Veteranos en EEUU. El vicepresidente Mike Pence sí había visitado las pasadas navidades a las tropas en Afganistán.