EL PRECEDENTE UGANDÉS DE 1996

Las chicas de Aboke

El secuestro de 139 niñas en Uganda fue resuelto por la valiente acción de una monja local

MARTÍ BENACH
BARCELONA

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La «crueldad inimaginable» evocada por Angelina Jolie para describir el secuestro masivo de niñas en Nigeria remite, por desgracia, a otro caso real y muy similar que conmocionó a Uganda en 1996. El 10 de octubre de aquel año, las fuerzas del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en sus siglas en inglés), lideradas por el sanguinario Joseph Kony, asaltaron el internado católico St Mary's College, en Aboke (norte) y secuestraron a 139 chicas para convertirlas en soldados y esclavas sexuales. Lo hubieran sido de por vida de no ser por Rachele Fassera, de origen italiano, adjunta del internado, que persiguió a los rebeldes hasta su campamento y logró negociar la liberación de un grupo de 109.

El coraje de Fassera, conocida como hermana Caroline, una de las celebridades más veneradas de Uganda, atrajo por entonces la atención internacional sobre los excesos de la insurgencia. Lejos de conformarse, la monja empezó una cruzada y dijo que no pararía hasta conseguir salvar a las demás cautivas. Para ello reunió a sus padres y recurrió al Gobierno, a líderes mundiales, a la ONU y también al Papa. Su historia se recoge en Stolen Angels (Ángeles robados), de la periodista canadiense Kathy Cook, que relató los hechos con testigos de primera mano e inspiró un proyecto cinematográfico que debía protagonizar Uma Thurman.

La historia, sin embargo, no acabó del todo bien. Cinco de las 30 niñas que siguieron por años raptadas murieron en cautividad, y se cree que las restantes, menos dos, lograron escapar en el 2006. La última en regresar a Uganda lo hizo en marzo del 2009, trece años después del secuestro. Volvió con un bebé de 21 meses en brazos, fruto de su relación forzosa con Kony. Este fanático señor de la guerra, que decía luchar por un régimen teocrático basado en el cristianismo, huyó de Uganda en el 2005, acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional. Se sospecha que se oculta en algún lugar de Sudán del Sur fronterizo con la República Centroafricana y Sudán.