"Vivas y empadronadas”: el 8-M en L’Hospitalet reivindica los derechos de las mujeres migrantes

“Las mujeres migradas llegan aquí y se encuentran que, por la Ley de Extranjería, tienen que esperar tres años para poder regularizar su situación”, explica Clara Romero, presidenta de la asociación Mujeres Pa’lante, con sede en L’Hospitalet de Llobregat. Romero señala que, ante las dificultades por la Ley de extranjería y de acceso al padrón, las mujeres migrantes se ven obligadas a trabajar “sin contrato, con salarios mínimos, violencia en ámbito laboral, acoso sexual o despidos sin dar ninguna explicación”.

Más de una setentena de personas -casi todas mujeres- se han manifestado este miércoles 8 de marzo por las calles de L’Hospitalat bajo el lema ‘Nos queremos vivas y empadronadas’, ya que, reivindica Calara Romero, el padrón es la puerta de acceso a derechos básicos como lo son la educación y la sanidad públicas o los Servicios Sociales.

“El feminismo tiene que ser antiracista y anticapitalista”, defiende Estela Alais, de la Asociación de Vecinos y Vecinas de La Florida -donde ha comenzado la manifestación-, preguntada por los motivos que han llevado a enfocar la marcha del 8-M en L’Hospitalet por el empadronamiento. “En L’Hospitalet no dejan empadronarse sin domicilio fijo, cuando se trata de un derecho”, ha reivindicado por su parte Julia Portal, presidenta de la asociación vecinal, una reivindicación que se repite en los grandes municipios del área metropolitana de Barcelona.

Consultados recientemente por este diario, los Síndics de Greuges -la figura local que habitualmente trata controversias sobre el padrón- de L'Hospitalet y Cornellà, Merche García y Joan Barrera, hablan de "casos puntuales" de accesos controvertidos al padrón en sus municipios, valoración que contrasta con la de las entidades sociales como Cáritas Diocesana de Barcelona, desde donde explican que los casos a menudo ni llegan a los síndicos "porque las personas son tan vulnerables y tienen tan pocas herramientas que ni entran en el circuito formal".

Cultura popular y cierre de CIEs

La manifestación de este miércoles es la segunda movilización de este 2023 en torno al 8-M. La primera fue una marcha nocturna que tuvo lugar este martes 7 y en el que, más allá de reclamar derechos y denunciar la violencia que sufren por el hecho de ser mujeres, se reivindicó también el papel que juegan en la cultura popular: “Queremos que la participación de las mujeres sea representada, como mínimo, de forma paritaria”, dice el manifiesto publicado por Vaga Feminista de L’Hospitalet.

El texto también destaca la reivindicación por los derechos de las mujeres migrantes y entre otras cuestiones, reclama la “derogación inmediata de la ley de extranjería”, el cierre de los centros de internamiento de extranjeros (CIEs) y la “regularización de todas las personas que se encuentran sin papeles a lo largo del territorio”.

“Hay que educar desde pequeños”

A la manifestación de este miércoles en L’Hospitalet también han acudido personas de localidades vecinas, como es el caso de Encarna López y Antonio Domínguez, un matrimonio de Esplugues de Llobregat de 73 y 72 años que se ha sumado a la marcha porque se habían enterado que, tras hacer una parada en el Centro Social Ocupado (CSO) Nabat 3 -la antigua fábrica Albert Germans- para comer, la marcha seguiría para unirse a la manifestación principal, convocada para esta tarde en Barcelona.

Así, Encarna López explica que desde que cumplió 18 años siempre ha participado en manifestaciones y reivindicaciones y que, en el caso del feminismo se implicó más “unos años antes de la pandemia”, no solo con manifestaciones como la del 8-M, sino asistiendo también a charlas y otros eventos.

Ambos señalan como principales motivos para salir a la calle la falta de igualdad entre mujeres y hombres en los sueldos y cargos y los asesinatos de “mujeres cada vez más jóvenes”. “Hay que educar a los hombres desde pequeños y que aprendan a valorar más la vida”, dice Antonio. “De todos, pero de las mujeres sobre todo”, remarca Encarna.