En un mes, el coronavirus ha puesto todo tan patas arriba que, desde el 7 de abril, se puede trabajar (en el campo) y a la vez cobrar el 'paro', algo inconcebible hace unas semanas. Puede que vaya para largo porque el Covid-19 paraliza casi todo, pero no las estaciones, y la fruta no se va a recoger sola ni las ovejas se van a esquilar unas a otras. Las ofertas de empleo, más allá de otros trabajos esenciales como personal sanitario o de supermercados, están ahora casi exclusivamente en el campo y allí acuden parados y estudiantes, beneficiarios o no del inédito decreto que permite compaginar dos cobros.