JORNALEROS DEL COVID

Española en paro: de recibir huéspedes a colocar fruta

Raquel  Llinares, extrabajadora de hostelería, ha empezado a trabajar colocando fruta en Callosa d' en Sarria (Alicante).

Raquel Llinares, extrabajadora de hostelería, ha empezado a trabajar colocando fruta en Callosa d' en Sarria (Alicante). / Miguel Lorenzo

Nacho Herrero

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Raquel Llinares, de 37 años, empezó a trabajar a finales de enero en un hotel de Benidorm. El contrato era hasta septiembre con la idea de ser prorrogado dos meses más e incluso le habían abierto la puerta a hacerla  fija discontinua porllevar ya cinco años en la misma cadena. Pero todo saltó por los aires con la irrupción del COVID 19. "Liquidaron los contratos, nos pagaron finiquito y nos fuimos al paro", explica.

Justo ayer empezó a trabajar en una cooperativa de Callosa d’en Sarrià (Alicante) colocando fruta. "Le había puesto velas a todos los santos para que me llamaran", cuenta para añadir: "Hay que pagar el alquiler, la luz, el agua…". En base al decreto de medidas urgentes para ayudar al sector agrario, ella podría cobrar el sueldo y la prestación al mismo tiempo. "Lo tengo que estudiar pero prefiero parar la prestación y cobrarla después", argumenta.

No le asusta el trabajo aunque nunca haya trabajado en el campo. "Estaba un poco nerviosa pero ha ido bien. Como ya trabajaba de pie en la recepción, estar de pie no me cuesta y tampoco nos apuran", explica.

Experiencia en crisis

También tiene experiencia en crisis. "Tengo 37 años y llevo desde los 19 trabajando así que me he comido todo, la crisis de 2010 y ahora esta", asume con naturalidad. Pero cree que la salida ahora será mucho más complicada. "Ha afectado a todos los sectores; en mi familia, mi padre, mi madre y mi hermana están con un erte", contabiliza.

En el hotel ya le han dicho que las perspectivas en el sector son muy malas. "Nos han comentado que lo más seguro es que no abramos hasta septiembre", apunta. Así que todo el tiempo que pueda estar en el campo lo hará. "Todo lo que me alarguen será maravilloso", admite. Nunca le ha faltado trabajo y ahora, de momento, tampoco.