Inmigrante de 18 años: "Tengo muchas ganas de empezar a trabajar"

Llegado a España en patera con 16 años sin compañía de ningún adulto, Khalid El Gounny, marroquí, ha alcanzado la mayoría de edad en un centro de menores bajo tutela de la Generalitat. Oficialmente mayor de edad y, por lo tanto, capaz sobre el papel de mantenerse por sí mismo, el joven ha recalado en Lleida, donde vive en estos momentos gracias a la solidaridad de amigos compatriotas. "Yo no tengo ni para comprar comida", admite vía telefónica. Tiene permiso de residencia pero no de trabajo y repite, en su precario castellano, que necesita encontrar empleo. "Tengo muchas ganas de empezar a trabajar", insiste.

Está animado, entusiasmado, incluso, ante la idea de poder trabajar en breve en la cosecha de los campos frutales de Lleida. Su casuística -inmigrante de entre 18 y 21 años extutelado por la Administración- se encuentra entre las beneficiadas por el <strong>decreto ley de medidas urgentes </strong>en<strong> materia agraria </strong>con motivo de la <strong>crisis </strong>del <strong>coronavirus</strong>. En virtud del decreto, Khalid El Gounny, de 18 años, podrá trabajar hasta el 30 de junio, plazo que el Gobierno podría extender.

Cuenta los días para que, tras la aprobación en el Congreso, se ponga en marcha la maquinaria que lo lleve a los campos frutales de la comarca. Está inscrito en la bolsa de trabajo de la <strong>Fundació Pagesos Solidaris</strong>, del sindicato Unió de Pagesos.

Sebas Notario, trabajador social al frente de la oficina de atención a los trabajadores de Unió de Pagesos, hace hincapié en el importante trabajo realizado con Khalid desde que llegó en febrero. El joven ha asistido a formaciones de integración social, procedimientos administrativos, gestión económica personal, ahorro energético y cursos de agricultura que abordan desde la plantación hasta la recolecta. "Es una buena ocasión para incorporarse al mercado de trabajo aunque el periodo es muy breve", explica el trabajador social.