Urbanismo sostenible

La nueva plaza de Can Bassa opta por un espacio más polivalente, verde y sostenible

El espacio cuenta con un alumbrado led que reduce la contaminación lumínica del espacio, además de ser un espacio totalmente accesible

Reforma Plaza Can Bassa

Reforma Plaza Can Bassa / Ayuntamiento de Granollers

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Tras cinco meses de trabajo, las obras de reforma de la plaza de Can Bassa han finalizado. El proceso ha consistido en una remodelación integral del espacio que ha permitido sustituir a los elementos envejecidos y crear un nuevo espacio acogedor, polivalente y más naturalizado. El pasado martes se realizó una visita a la plaza, con miembros de la asociación de vecinos, la alcaldesa, Alba Barnusell; concejales y técnicos del Ayuntamiento, además de trabajadores de la empresa constructora.

El nuevo espacio se ha planteado en tres coronas circulares, cada una de ellas pensada para relacionarse de forma diferente con el entorno. La corona exterior, como zona de circulación y acceso a la plaza; la del medio, con vegetación, para aislar el espacio central del exterior; y por último, la corona interior, como un gran espacio diáfano para acoger diversidad de actividades y usos.

La plaza cuenta con una nueva fuente y un área de juegos con tobogán y actividades diversas para niños de 2 a 12 años. Además, se han instalado bancos y sillas hechas con materiales reciclados. La plaza se ha reformado haciéndola totalmente accesible, con itinerarios libres de elementos y con espacios de estancia y encaminamiento a los perímetros para facilitar la orientación de las personas invidentes.

Las reformas han tenido en cuenta la sostenibilidad y la funcionalidad sin dejar de lado la accesibilidad

Desde el Ayuntamiento aseguran que la plaza se ha hecho siguiendo criterios de sostenibilidad: se ha aumentado la vegetación con la renovación de la zona arbustiva y la plantación de nuevos árboles de copa mayor, para incrementar los espacios con sombra. También han apostado por naturalizar el espacio con pavimentos permeables de diferentes colores, para aprovechar las aguas pluviales. En términos lumínicos, se ha instalado un alumbrado con tecnología led, para alcanzar un nivel óptimo de luz y reducir la contaminación lumínica del entorno.

La escultura "La ventana", de Mercè Iglesias, se ha cambiado de sitio y se ha instalado en uno de los parterres ajardinados nuevos. Una obra de arte, obsequio de la escultora, por su estima en el barrio de Can Bassa, desde que en 1998 realizó su primera exposición individual en el Centro Cívico Can Bassa dentro del proyecto Incívics, de apoyo al arte joven.

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