8-M: Pioneras y visionarias

Felicidad Duce, la feminista de la moda española que impulsó la formación de las mujeres

Dominnico y Yolancris, de Rosalía a tocar el cielo de la moda

Autodidacta y valiente, esta vecina del barrio de Gràcia abrió en 1928 el primer taller-escuela de patronaje convertido hoy en una de las sedes de diseño de moda más punteras. María Escoté, Juan Vidal o Dominnico, cuyos diseños visten Letizia, Rosalía o Beyoncé, se formaron en su escuela, hoy gestionada por LCI Barcelona

Felicidad Duce (de negro) en un programa de TVE.

Felicidad Duce (de negro) en un programa de TVE. / LCI BARCELONA

Laura Estirado

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"Imparable", "una mujer hecha a sí misma", "valiente", "visionaria", "adelantada a su tiempo". Los que conocieron a Felicidad Duce así definen a esta mujer menuda -o mejor dicho, menuda mujer-, que hace casi un siglo "fue defensora tanto de la profesionalización de la moda como de la libertad de las mujeres, para que aprendieran un oficio con el que impulsar su independencia económica y mejorar sus condiciones de vida", resume Silvia Viudas, directora de LCI Barcelona, que desde 2013 gestiona y promociona la escuela que en 1928 abrió, en pleno corazón del barrio de Gràcia, Duce.

"Mi madre empezó de aprendiza, recogiendo alfileres, hasta ser hoy su escuela un centro internacional y con peso específico; ese fue su gran logro", recuerda su única hija, Mercedes Freixas, presidenta de honor del centro, e impulsora desde 2000, un año después de la muerte de su madre, del premio que lleva su nombre. "El de 2023 lo ha ganado Pablo Coppola, exalumno que hoy está en París trabajando como director de diseño de marroquinería de Balenciaga", cuenta orgullosa Viudas.

Diseñadores 'top'

En el palmarés de otros años figuran modistos como Jean Paul Gaultier, Manolo Blahnik, Adolfo Domínguez, Rosa Clarà, Josep Font o Juan Vidal. Estos dos últimos también son insignes modistos de fama internacional formados en la escuela de Feli, como prefería la fundadora que la llamasen. Sus diseños, así como los de otros alumnos 'pro', como María Escoté o Dominnico, los han lucido desde la reina Letizia, a Rosalía, Lady Gaga o Beyoncé.

Felicidad Duce, de negro, con alumnas de la primera promoción de la escuela taller de moda que abrió en el barrio de Gràcia, en 1928.

LCI BARCELONA

Quién se lo iba a decir a Felicidad Duce. Ella nació en 1907 en el barrio de Gràcia y a los 12 años logró una beca para estudiar costura en la Escola de la Dona. Aprendió desde cero el oficio y, trabajando de dependienta entendió que las clases populares también podían vestir como las adineradas que tenían un sastre propio. En 1928 fundó en su barrio una novedosa escuela taller de moda, su pasión y su vida. Ya nada la pararía.

Una década después, en 1938, cuando pocas lo hacían, se divorció de su marido, y ella sola tiró adelante con el negocio y su familia. Internó a su hija y volcó todos sus esfuerzos en enseñar a muchas mujeres una vía para ser independientes económicamente. Como lo era ella, que basó su éxito en reinventarse una y otra vez.

Una alumna de la escuela probando en una modelo el sistema métrico 'Método Feli'.

LCI BARCELONA

Registro del 'Método Feli'

Pronto la Universitat de Barcelona recompensó su impulso educativo y reconoció oficialmente su títulos; elaboró el vestuario de varias películas de la época, y cuando llegó la guerra civil puso a sus alumnas -algunas llegadas de toda España y que se alojaban en una residencia que tenía Feli en el Tibidabo-, a confeccionar los uniformes del Ejército a cambio de comida. Tras la contienda registró el 'Método Feli', un sistema métrico y de patronaje, que aún se enseña en todo el mundo, por el que, a partir de unas líneas marcadas en el cuerpo de cada modelo luego se transportan al papel hasta obtener el patrón ideal. Con ese y otros conocimientos Feli publicó varios libros de corte y confección, y sobre la creación de modelos y estampados.

"Fue pionera de los cursos a distancia. Llegó a abrir hasta 60 delegaciones en toda España donde se impartía su método. Cada dos meses hacía encuentros con las directoras de los centros y ella les vendía el libro de su método", explica Viudas, que recuerda que cuando ella y un socio adquirieron la escuela, hace dos décadas, ya solo quedaban varias 'delegaciones' en Catalunya. "De hecho las delegaciones ahora están fuera, porque la escuela hoy en día pertenece a un grupo canadiense, con campus en los cinco continentes", detalla.

Clase maestra del diseñador de alta costura Pedro Rodríguez, en Escuela de Moda Felicidad Duce.

Clase maestra del diseñador de alta costura Pedro Rodríguez, en Escuela de Moda Felicidad Duce. / LCI BARCELONA

Amiga de Pedro Rodríguez

Con su icónico 'look', moño alto y sus gruesas gafas de carey, Feli se sumó a los nuevos tiempos y a partir de los 50 introdujo el diseño de moda en sus clases. Su propia hija, Mercedes, lo había estudiado en París antes de volver a Barcelona a ayudar a su madre. En esas mismas labores también contó con aliados de altura, Pierre Cardin, y, sobre todo, Pedro Rodríguez, el diseñador de alta costura más importante del momento junto con Balenciaga. Gracias a su amistad con Feli, daba clases magistrales a los alumnos, que ya eran también chicos. En la actualidad, Miguel Elola, que fue discípulo de Balenciaga, y también su hijo, que se llama igual, enseña a los estudiantes la técnica del 'moulage', con la que el 'maestro de Getaria' montaba sin costuras sus vestidos.

Desfile con los trabajos de fin curso de 1978 de la escuela de Feli Duce, en el Hotel Ritz de Barcelona.

Desfile con los trabajos de fin curso de 1978 de la escuela de Feli Duce, en el Hotel Ritz de Barcelona. / LCI BARCELONA

Feli disfrutaba participando en las clases y probando fórmulas nuevas de márketing para su negocio: como adelantada 'influencer', también hizo un programa de radio hablando de costura.

"El 'no' ya lo tienes, busca el 'sí'", era el mantra que la guiaba y que le legó a su hija, Mercedes. Por eso también logró que sus alumnos desfilaran con sus trabajos de fin de curso en el Hotel Ritz, algo entonces solo reservado a las firmas de alta costura.

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