La juerga alternativa de una estrella de hollywood

Culkin, solo en BCN

3El intérprete de 'Solo en casa' empieza en la ciudad un viaje por Europa

Macaulay Culkin, la noche del lunes en la sala Apolo en la fiesta del octavo aniversario de los Nasty Mondays, con Madmax, uno de los organizadores.

Macaulay Culkin, la noche del lunes en la sala Apolo en la fiesta del octavo aniversario de los Nasty Mondays, con Madmax, uno de los organizadores.

FERRAN IMEDIO
BARCELONA

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a Macaulay Culkin mejor dejarlo solo. Le fue bien en el cine así (aún vive del recuerdo de Solo en casa, película de 1990). Y le va bien ahora, alejado de los focos, dedicándose a la pintura y a la juerga. No le gustan las masas, ni los fans, ni las multitudes. Lo comprobaron la noche del lunes los 200 invitados a la fiesta del octavo aniversario de los Nasty Mondays, un sarao en el que se plantó recién llegado desde Nueva York porque es amigo de uno de los organizadores de estas sesiones que llenan la sala Apolo cada primer día de la semana. Tal es su éxito que ha tenido entre su público al propio actor (aún se comenta su encuentro posterior con una actriz porno del vecino Bagdad el año pasado, al poco de romper con la actriz Mila Kunis, ahora en brazos de Ashton Kutcher) y a otros rostros populares como Macaco, los hermanos Pau y Marc Gasol, Fonsi Nieto y los miembros de Franz Ferdinand.

El intérprete apareció cuando las croquetas, la tortilla de patatas y el tomate con mozarela casi se habían acabado en la gran mesa central de la nave que ocupa en el Poblenou el Nasty Garage, centro de operaciones de los organizadores de los Nasty Mondays. Y el público, entre los que estaba Alberto Guijarro, uno de los directores del Primavera Sound, a decir verdad, apenas le hizo caso.

Pero saber que había periodistas en la sala y ver que algunos invitados cogieron el móvil y le retrataron mientras posaba para el fotógrafo oficial de la fiesta no le gustó mucho, así que desapareció subiendo al altillo, donde fumó a gusto mientras veía a la gente a través de sus gafas de sol devorando cupcakes y tapándose los oídos cuando arrancaron el atronador motor de una chopper. De lejos, se le intuía la coleta coronando su melena rubia y la chaqueta tejana sobre una camisa de leñador. La perilla rubia ni se le adivinaba; solo en las fotos oficiales que se hizo al llegar al local del Poblenou antes de ir a la discoteca del Paral·lel. Esos sí, mostró un aspecto más saludable de lo que se vio en las últimas fotos que llegaban de EEUU; se rumoreaba que lo suyo con la heroína era más que un coqueteo.

A Culkin, queda claro, no le gusta mezclarse mucho. Hasta el punto que su llegada a Barcelona en avión privado forma parte de un viaje de un mes por Europa... solo. Tras la capital catalana viajará a Madrid mañana y luego seguirá por París y Berlín, entre otras ciudades. No es un problema para él la soledad. Vive sin nadie al lado (él ya tiene 32 años y sus padres se separaron de mala manera peleados por la fortuna que había cosechado el hijo) en un superapartamento en Broadway, cerca de Times Square.

PASEO Y COMIDA EN LA BARCELONETA / Y al llegar a Barcelona prefirió disfrutar de un apartamento para él solito antes que un hotel, aunque a su favor jugó que los establecimientos de la ciudad están a reventar por el congreso mundial de móviles. El actor llegó el mismo lunes por la mañana y estiró las piernas con un paseo por la Barceloneta, donde acabó comiendo en un restaurante de la calle de Maquinista. El barrio de pescadores le encanta y Can Ramonet es uno de sus establecimientos preferidos.

El actor seguirá en la ciudad hasta mañana, y es probable que se le vea más por la noche (se le esperaba anoche en los Crapy Tuesdays, también en la sala Apolo y también organizada por la gente de los Nasty Mondays) que por el día, cuando hay más gente por todas partes.