Cantera del fútbol

La cuna de la selección está en Los Palacios: Jesús Navas, Fabián, el 'rey' Gavi y los 800 canteranos del 'pueblo milagro'

Esta localidad sevillana de 40.000 habitantes vio nacer a tres de los jugadores que defenderán la camiseta de España en la Nations League

Niños de Los Palacios.

Niños de Los Palacios. / Jaime Martinez

Isabel Morillo

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Son las seis y cuarto de la tarde y sopla una brisa fresquita que alivia el calor de esta tarde de lunes de junio en 

Los Palacios

, en la comarca del Bajo

Guadalquivir

Los Moñigas juegan contra el Utrera y entre vítores de los padres y las madres, a la sombra de las gradas, empatan a dos. Inquieto Ricardo, 9 años, con 

Gavi en la espalda y las botas sin abrochar, pasa como el rayo arriba y abajo.

¿Por qué llevas las botas sin abrochar, no te caes?

Porque así estoy más cómodo.

¿Y porque Gavi las lleva así?

Hombre, por eso también. Claro."

Su pelo degradado lo delata. No es que quiera ser futbolista, sonríe, es que lo es. El fútbol modesto es muy grande sobre este césped. "64 goles en 26 partidos la pasada temporada en Benjamines. Una pasada", chiva su entrenador.

Tres internacionales en Los Palacios

Los Palacios y Villafranca (38.662 habitantes,

Sevilla

) es el pueblo de los 800 canteranos donde Pablo Martín Páez Gavira, Gavi, es el rey indiscutible. Los chiquillos sobre el césped no lo dudan. Todos quieren ser como el jugador del Fútbol Club Barcelona

. La seña son los cordones sin atar. Con 19 años es la referencia por encima de Fabián Ruiz, jugador del Paris Saint-Germain, y de Jesús Navas, el deportista con más títulos del Sevilla Fútbol Club

. El más joven es ahora mismo la estrella más rutilante. Tres años: 1985, 1996 y 2004. Tres clubs: la Unión Deportiva Los Palacios, la Escuela de Fútbol de Los Palacios y La Liara Balompié.

Un milagro, tres jugadores del mismo pueblo de Sevilla convocados en la 

selección española

. El secreto a voces es un fútbol base vigoroso y entrenadores, también entrenadoras, rendidos a sus chiquillos. La fiesta auténtica del deporte rey se celebra de lunes a domingo en este campo sin cámaras ni

VAR

, con mucha pasión y familias al completo en las gradas.

"A Navas se le veía desde chico, jugaba y decíamos ese chiquillo va a llegar a algo. Mi hermano es de su quinta y estaba claro", dice uno de los padres, que se detiene para jalear a su hijo. "Eso se ve. Ahora hay uno de La Liara que lo mismo. Llegará", añade el de detrás. La generación de Navas es la de los padres de los niños sobre el césped.

Lo mismo pasó con Fabián, el zurdo, cuando lo vio correr Antonio Salmerón, que fundó la Escuela de Fútbol de los Palacios en 1999. "Tenía madera", dice quien fue su primer entrenador, "eso se tiene pero luego hay que seguir formándose y no es nada fácil llegar". "No solo hay que ser bueno. Hay que estar en el momento preciso cuando pasa el tren y acostarse tempranito, no coger el cigarrito, ser buen estudiante...", añade Salmerón socarrón sin lograr que el sacrificio tras el éxito empañe ni una gota las inmensas ganas de triunfo los más pequeños.

Los cuatro clubes de Los Palacios

Hay cuatro clubs palaciegos: La Liara, el A.D. Mosqueo, los C.D. Moñigas City, Los Palacios FC, y la Escuela de Fútbol. En total unos 800 menores entrenan cada semana desde muy corta edad. “Alguno tiene que salir bueno”, bromean los entrenadores. “No solo son los de la élite, hay muchos en Segunda División

 como profesionales”, recuerda Salmerón.

Los Bebés de la Liara, el club más numeroso, 300 federados, entrenan a partir de los cuatro años y las canillas que tienen por piernas chutan el esférico como un proyectil. Oliver tiene un flequillo teñido de platino y 9 años, aunque presume de que lleva ya seis jugando al fútbol. “Desde los tres”, precisa su entrenadora, Ana Batalla. Su amigo, Álvaro, de pelo ensortijado y sonrisa contagiosa, tiene ocho. Los dos juegan en la Liara a los mandos de la hija de Manuel Batalla, quien fue el primer entrenador de Gavi.

"- ¿Y cuándo llueve y hace frío también os gusta venir, cuando se hace de noche pronto, no preferís quedaros en casa jugando a la Play?

-No, no, no. Queremos venir siempre".

Sueñan con que venga el Betis y con irse a La Masía, aunque Barcelona esté muy lejos. Tanto que no tienen claro ni dónde está. Han tocado a su ídolo, el espejo en el que se miran. Lo han visto en el pueblo. Lo han saludado. Les ha firmado. Se les achinan los ojos cuando presumen de que conocen a Gavi.

Manuel Batalla: el primer entrenador de Gavi

Manuel Batalla señala sobre una foto a un chiquillo castaño y desgreñado con una carita que delata que es el ídolo de quienes acaban de loarlo sobre el césped. En el despacho de la directiva de La Liara, la pared se va a caer de trofeos. Batalla va señalando a todos los chiquillos que desde hace años han llegado lejos, muchos siguen jugando en Segunda División. Él aparece de jugador y de entrenador. El club ocupa gran parte de su vida pero ninguno vive del fútbol. Su hija Ana trabaja en una fábrica mientras se prepara para cursar el máster de su carrera de Relaciones Laborales y entrena a los Benjamines tres días en semana. Por eso cobra 70 euros al mes. "A mi esto me cuesta el dinero", se ríe su padre.

Seis mujeres han entrado a formar parte de la directiva de La Liara. Antes las madres iban a dejar a los niños y se iban. Ahora se quedan y se implican. No solo son las más forofas desde las gradas sino que toman partido en la gestión. También cada vez es más habitual ver a las niñas correr con el balón entre los pies. De 2004, como Gavi, es la jugadora María Valle, del Betis Féminas y de la Selección Española Femenina.

"Lo tuve dos años, en Prebejamines, llegó con seis, con la edad de esta gente”, dice Batalla señalando a los pequeños sobre el césped, "y pocas veces ves a un niño de esa edad tan coordinado". "Tú a un niño tan chico le puedes enseñar a coger el balón, explicarle donde tiene que situarse pero ese juego que tenía Gavi, tan rápido, eso no era normal", dice su primer entrenador, que lo colocó en la posición en la que sigue jugando. Con él sigue hablando: "Me escribe por el Whatsapp".

Por sus manos han pasado muchos pequeños y más de uno ha destacado, explica, repasando sus cualidades mientras los señala en las fotos de las paredes del despacho. La Liara se fundó en 1928, la Guerra Civil dio al traste con el equipo, que se refundó en 1977. "95 años", reza una gran pancarta. Hay dos campos colindantes pero no sobran niños sino que faltan instalaciones, avisan los entrenadores. “Ya hay días que no se cabe”, admiten. Ahí dejan su recado al ayuntamiento del pueblo. “Mucho presumir pero se invierte poco..."

A Gavi se lo llevó el Betis como este año se van a llevar "a dos hermanos en la categoría Bebés", que “ni siquieran han competido todavía”. “Vinieron a buscarlos y pregunté pero cómo os los lleváis sin ni siquiera los habréis visto jugar y me enseñaron unos cuantos de videos, como yo los guardo de Gavi cuando empezó. Los llevamos a una jornada que pasamos con los más pequeños en Dos Hermanas y allí les echaron el ojo”, cuenta Batalla. “Ahora hay casi más ojeadores que jugadores”, dice con sorna Salmerón, que está cansado de periodistas estos días.

Los orígenes de Jesús Navas y Fabián

Navas vive en Los Palacios y acabó en el Sevilla porque el captador sevillista Pablo Blanco fue a ver a un portero, Wilfred, y se encontró que en el mismo equipo había un portento. “En cualquier momento te lo encuentras con sus niños jugando en una plazoleta o con su familia, que está muy arraigada al pueblo”, cuenta Juan Diego Valverde, que está por el campo mientras juega su hijo y que en las últimas municipales fue candidato del PSOE. El padre de Navas se acaba de jubilar como director de un colegio del que ahora está al frente el hermano del jugador. En los bares hay 'altares' con fotos de sus futbolistas y camisetas firmadas.

Fabián se fue al Betis porque al club se le ocurrió ofrecerle una mejora de contrato y ofrecer un puesto de empleada a su madre. “Siempre ha sido un niño muy bueno, muy trabajador”. La familia de Gavi se mudó al completo a Barcelona cuando en 2015, con 11 años, lo fichó el Barcelona. Ahora, tras el éxito, todas las familias viven en Los Palacios.

El pueblo que en 2023 enviará 15 millones de kilos de tomates de calidad excepcional a 66 países distintos y que no se sabe cuántos goles dará a la selección aunque, de momento, ha exportado a tres de los mejores futbolistas españoles del momento. Será el agua, será el tomate, será la pasión... la calidad de sus jugadores está más que certificada.