Mamarazzis

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Leonor durante el besamanos.

Encuentro sorpresa entre la princesa Leonor y algunos de sus compañeros de la Academia Militar durante el besamanos. /

Lorena Vázquez

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Una vez más, y sin que nada se pueda hacer por evitarlo, el foco de atención del Día de la Hispanidad no ha sido ni el Desfile de las Fuerzas Armadas, presidido por los reyes don Felipe VI y doña Letizia, ni nada que tenga que ver con la pomposísima celebración. Las noticias van por libre y, desde que existen las redes sociales, su velocidad de propagación es tan veloz como irrefrenable. 

La princesa Leonor, a escasos días de cumplir su mayoría de edad, se estrenó el pasado jueves en la recepción oficial celebrada en el Palacio Real para celebrar la Fiesta Nacional del 12 de octubre. Allí, acompañada de los reyes, recibieron juntos a más de 2.000 invitados de diferentes ámbitos de la sociedad española. Políticos, altos cargos del ejército, diplomáticos, representantes del mundo de la cultura y algún que otro periodista fueron pasando, uno a uno, a estrechar la mano a la familia real. Un año más, las Mamarazzis no hemos sido invitadas a unirnos a la celebración, pero no perdemos la esperanza. 

La noticia sobre el protocolario estreno de Leonor en la recepción del Día de la Hispanidad, se ha visto eclipsada por un “salseo” que, además, en apenas unas horas, se hizo viral. El momento que llamó la atención de los internautas y que se ha convertido en la auténtica noticia de la semana ha sido el risueño saludo entre la princesa de Asturias y dos de sus compañeros en la Academia General Militar de Zaragoza. Hacia el final del interminable besamanos de la recepción, la heredera recibió por sorpresa a un grupo de siete de sus amigos de la Academia, ante la atenta mirada de sus padres.

La princesa Leonor.

La princesa Leonor. / EFE

Pero fue el saludo con dos de los chicos lo que no pasó desapercibido por los gestos cómplices y la sonrisa nerviosa que se dedicaron cuando se estrecharon la mano y por la reacción de los reyes al ver la escena. Leonor estaba visiblemente emocionada por el encuentro con sus amigos y, acto seguido, los reyes bromearon y comentaron con su hija, entre risas, momento tan especial que había vivido. A los pocos minutos, las redes sociales comenzaron a brotar. Los adictos a las redes empezaron a analizar exhaustivamente el instante en el que los dos jóvenes cadetes habían saludado a los monarcas y a su hija.

Las miradas sonrientes y cómplices de Felipe y Letizia a su primogénita fueron leídas como un símbolo de aprobación hacia alguno de los dos muchachos y las teorías sobre el posible enamoramiento de la heredera empezaron a manar de manera torrencial. El aluvión de comentarios y especulaciones sobre si entre la heredera y uno de los dos chicos pudiera existir una incipiente relación sentimental ha provocado que todos los medios de comunicación nos hiciéramos eco, también, del ya histórico momento. Incluso fuera de nuestras fronteras, diferentes revistas y diarios se preguntan si la princesa de Asturias está enamorada de un apuesto cadete.

Los Reyes miran a la princesa Leonor durante el besamanos, mientras ella saluda a sus compañeros de la academia militar

Los Reyes miran a la princesa Leonor durante el besamanos, mientras ella saluda a sus compañeros de la academia militar / EPC

El programa ‘Fiesta’ de Telecinco aseguró en la tarde del jueves que el segundo de los jóvenes que saludó a Leonor ya tiene novia y que su amistad con la princesa de Asturias es sólo eso, amistad. Del primer muchacho que desató las sonrisas de la heredera aún no hemos podido averiguar si tiene pareja o cuál es la naturaleza de su relación con la princesa. ¿Habrá echado su ojo real sobre alguno de los dos zagales? Habrá que esperar.

En el “corrillo” que tuvo lugar con algunos periodistas durante la recepción no se lanzó ninguna pregunta sobre el presunto amorío de Leonor. La reina Letizia y su hija sí charlaron unos minutos con reporteros y plumillas, pero, como es costumbre, siempre en “off the record” para evitar titulares. Fue una conversación de esas donde abundan las sonrisas complacientes y el “todo bien”. Así que fin del “salseo”, con lo bonito que estaba quedando.