Reflexiones sobre el talento: está claro que en la política no es necesario

En cualquier actividad, el talento -esa especial aptitud que algunas personas tienen para desarrollar con mucha habilidad una actividad- es fundamental. No obstante, al revés de lo que ocurre en campos como la música, la pintura, la literatura o el tenis (para mencionar solo unos pocos), que sin talento nunca se llega, hay otras actividades (políticos en general, algunos funcionarios, cargos de confianza en Ministerios, Diputaciones y Ayuntamientos y muchas otras) que las ejercen personas sin el más mínimo talento. Y cuando esto ocurre en tiempos de crisis económicas y de pandemias los resultados son catastróficos.

La decisión del gobierno municipal de Barcelona que preside la señora Colau de intentar limpiar el aire de Barcelona suprimiendo coches y aumentando el número de bicis, áreas peatonales y terrazas de bares y restaurantes, se podrá discutir más o menos, pero, lo que no es cuestionable es que los que lo han diseñado no tienen talento. Respecto a los confinamientos, desescaladas y rebrotes del covid-19, más de lo mismo: los políticos no han sabido rodearse de los asesores y especialistas médicos más talentosos.