"Echamos de menos las 'serpientes de verano' porque sin ellas es un sinvivir"

Antes la escasez de noticias durante el verano, los medios de comunicación se veían obligados a destripar lo que se denominaban "serpientes del verano". Este año habría sido el extraño suceso ocurrido en la playa de Hendaya, en la que bañistas tuvieron que ser atendidos al ser agredidos por un animal extraño, según las últimas informaciones un pez con dientes.

Habría dado lugar a ríos de tinta especulando sobre si el cambio climático habría favorecido que las pirañas del Amazonas, se hubieran adaptado al agua salada, cruzando el Atlántico llegando hasta el Cantábrico.

O también si los paseos mallorquines de la reina Letizia con un mini vestido y un mini 'short' eran o no una afrenta a las buenas costumbres de la monarquía, dando rienda suelta a la estupidez humana. Pero este verano no ha hecho falta ahondar en este tipo de noticias debido al aluvión que tenemos de las denominadas “normales”.

Los ríos de tinta ahora se dedican a la inacabada y cruel guerra de Putin contra Ucrania, o a la tensión originada innecesariamente por la señora Pelosi con su visita a Taiwan. La crisis económica provocada, el incremento de precio en las fuentes de energía, la polémica abierta contra el gobierno por el PP con este asunto, la séptima ola del covid y la primera de la “viruela del mono” suscitan el interés informativo.

Si éramos pocos parió la abuela, con el caso cada vez más extendido de los pinchazos a mujeres en los lugares de ocio. La desertización de nuestro país, la falta de control de los precios, olas de calor, etc.

Este año no necesitamos “serpientes de verano”. Las echamos de menos porque sin ellas es un sinvivir. Entran ganas de apagar los telediarios, las radios, no leer los periódicos y al estilo Mafalda gritar: “que paren el mundo que me bajo”.