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Mi empresa nos ha asegurado el puesto de trabajo

Un hombre teclea en un ordenador portátil. 

Un hombre teclea en un ordenador portátil. 

No cesamos de oir casos de empresas que adoptan ertes o despidos ante la actual situación. Desde siempre, la mayoría de empresarios de este país han actuado mirando solo por sus propios intereses desde una perspectiva egoísta. Cuando venían bien dadas y necesitaban mano de obra para engordar beneficios, contrataban profesionales al más bajo coste posible incluso en condiciones claramente fuera de la ley y en el momento en el cual le veían las orejas al lobo no tenían escrúpulo alguno para dejar a toda esa gente en la calle. Esa ha sido, desgraciadamente, la mentalidad mayoritaria del empresario español. O dicho de otra forma más cruda y directa: usar a las personas como mera mercancia sin cuidar precisamente a ese activo tan importante que conforma el alma y el corazón de los negocios: los trabajadores.  Afortunadamente las cosas parece que están cambiando y esta crisis que estamos viviendo también lo está poniendo de manifiesto.

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Me gustaría romper una lanza en favor de empresas como la mía (The Hotels Network). Esta pequeña - en realidad pequeña en volumen de negocio, pero enorme en calidad humana - empresa siempre ha dado a sus trabajadores la posibilidad de realizar teletrabajo o de conciliar siempre que ha sido necesario, además de hacer gala de una transparencia envidiable. Por eso, días antes de que se decretara el confinamiento el CEO nos puso al corriente de los planes de la empresa y nos instó a echar mano del teletrabajo. Asimismo, desde el minuto cero de la crisis nos aseguró el puesto de trabajo confiriendo así tranquilidad a todos los empleados.

Resultado: la productividad de la empresa desde que comenzamos a trabajar 100% en remoto se ha disparado. La gente está contenta, tranquila y eso se traduce en resultados y confianza. Cuando la confianza en la empresa se dispara, ni siquiera una crisis tan cruda como esta puede doblegar el tesón y las ganas de seguir adelante del personal. De ahí mi agradecimiento a esta clase de empresarios.

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