Los retrasos del AVE: compensación solo para potentados

AVE Barcelona-Ciudad Real, 23 de mayo, tren 03940, hora de salida 8:30 horas, previsión de llegada a las 12:12 horas. Se produce una avería a la altura de Tarragona y el tren se detiene. Hay que reiniciar el sistema, nos quedamos sin aire acondicionado y parados durante 42 minutos. El único local de alquiler de coches cerraba a la una del mediodía; afortunadamente, nos esperaban.

En las condiciones del servicio de AVE, en su web, leo: "15 minutos de retraso, 50 por ciento de abono del billete"; "30 minutos de retraso, 100 por cien de abono". "Bueno, al menos tendré una compensación", pensé. En el baño del coche 28 tampoco había agua en el retrete a la llegada a Ciudad Real. Me dirijo a la oficina de atención al viajero donde me dan dos noticias, una buena y la otra mala, ya se sabe. La primera es que no hay que hacer la reclamación, el abono es automático en la cuenta de la tarjeta de crédito de la compra, eso está bien. La mala (¡ay!, siempre hay una mala) era que, como la tarifa era turista PROMO, los tiempos de demora pasan a un retraso mínimo de 1 hora para tener una abono del 50 por ciento. 

Por un retraso de una hora, en un trayecto de tres horas y media, en Japón el presidente de la compañía ferroviaria se provoca un haraquiri ritual tras pedir disculpas por televisión con una inclinación de 90 grados. Pero claro, estamos hablando de un país serio, y este, al menos en el caso de RENFE, es otra historia. Cosa de los monopolios y de la letra pequeña.