"Es lógica la incongruencia política en tiempos de necesidad"

Para comprender que todo el mapa político de Madrid se ha teñido de azul PP y verde Vox, incluso en los barrios donde suelen decantarse por proyectos progresistas, hay que pensar de un modo pragmático.

Cuando los ingresos son insuficientes es lógico pensar a corto plazo. A un camarero de Vallecas en estas circunstancias no le importa la ideología y vota al PP por primera vez en su vida, si en su discurso indica que su intención es abrir los bares. Aunque eso sea insolidario en un momento tan delicado, para el camarero lo primero es llegar a fin de mes.

Y eso no sirve únicamente para los camareros y cocineros de bares y restaurantes. Aquí están incluidos los transportistas que les llevan mercancías, dependientes de grandes superficies de almacenes al por mayor, pescadores, agricultores, ganaderos, etcétera.

En España el bar no solo sirve para beber y comer. El bar es un lugar de encuentro donde firman acuerdos los paletas con los lampistas y los ambulantes con su clientela. Los bares, en sí mismos, son un importantísimo recurso laboral para el sector servicios, ya que siempre están adecuándose a los tiempos.

Queda claro que la restauración, el ocio y los comercios son sectores importantísimos para todas las capas sociales; para los ricos que no saben hacerse un huevo y para los pobres que los hacen encantados si cobran por ello.

PSOE-M, Más Madrid y Unidas Podemos no tenían ninguna oportunidad ante la desvergüenza política de Ayuso y el soborno de sus discursos emocionales en un momento de inmensa responsabilidad institucional. Como de costumbre, la derecha antepone sus intereses a los comunes, y los que necesitan de la comunidad se olvidan fácilmente de que precisa sacrificios.