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La difusión de la lengua y los medios de comunicación

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Hoy en día la lengua sufre más influencias con respecto al pasado por ser un hecho social que refleja la cultura y no se queda al margen de fenómenos de la vida cotidiana. Al igual que la cultura de una sociedad cambia a lo largo del tiempo, la lengua está en constante evolución para responder a necesidades de denominar nuevas realidades. Con los avances tecnológicos en el ámbito de la comunicación, las llamadas culturas dominantes ejercen su influencia sobre otras a través de la música, el cine, la televisión y esto se manifiesta también en la lengua. Los usuarios de un idioma acaban adoptando poco a poco las costumbres lingüísticas extranjeras de forma inconsciente y en detrimento de las propias.

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Por efecto de la mundialización, la lengua va perdiendo su identidad paulatinamente en el sentido de que los usuarios tienden a uniformar las lenguas con las que están en contacto, desconociendo su propio idioma a pesar de que el mismo ya ofrezca recursos suficientes para expresarse. A menudo, al no encontrar la traducción de nuevas palabras extranjeras en su idioma de origen, los hablantes se conforman con soluciones fáciles como los préstamos. Esto se debe al hecho de que las principales instituciones responsables de la normalización o la difusión de la lengua no siguen siempre el ritmo de las mutaciones sociales. De hecho, ocurre muchas veces que nuevas palabras entren en el vocabulario de la vida cotidiana antes de que se decida sobre las normas de uso.

Los medios de comunicación, sobre todo las redes sociales más recientemente, son los canales de mayor difusión de las novedades relativas a la lengua ya que los hablantes están en contacto directo con estos todos los días. A pesar de que sean un arma de doble filo -porque, por un lado, contribuyen al enriquecimiento de la lengua, como en el caso de los neologismos, pero, por otro, constituyen un terreno fértil para los errores, que se convierten en costumbre por efecto de moda-, las redes sociales siguen siendo muy eficaces para difundir, proteger y salvar la lengua en la sociedad de hoy. Solo hace falta utilizarlas juiciosamente.

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