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"El derecho de reunión, una 'obra de arte' tapada por el covid-19"

El Congreso de los Diputados.

El Congreso de los Diputados. / REUTERS

La prohibición de reuniones de más de seis personas en Catalunya me ha hecho pensar en 'Los poetas contemporáneos' del pintor Antonio Esquivel, datado el 1846. Más de 40 poetas reunidos en una sala. En 1978 los españoles ya decidimos colgar el derecho a la reunión en la misma sala en la que brillaban la igualdad, la vida y la libertad. Y ahí luce desde entonces, en un marco simple, como lo hacen las grandes obras. "Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas". Qué sublimes. Qué complicada esa sencillez. Y qué sencilla su complicación.

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Los que organizan esta 'exposición temporal' han decidido correr un velo sobre el artículo. "Tapado por el covid-19". Y te das cuenta de que no hay reuniones, de que ayer las había pero que seis son pocos, o son muchos, que no las habrá. Pero es ahí cuando brilla el óleo sobre lienzo de Esquivel. Más contemporáneos sus poetas que nunca. En realidad, ellos tampoco estuvieron reunidos. Los tuvo Esquivel en su mente, en un cuadro. Siguen reunidos ante tus ojos, aunque nunca lo estuvieron. Y ese eres tú, otra vez, haciendo captura de pantalla a esa vídeollamada en la que os juntasteis todos. Y qué va, nosotros no somos los poetas de Esquivel, nosotros cuando nos reunimos somos como mínimo el 'Serment du Jeux de Paume' de J. L. David. 577 hombres reunidos, fundando la democracia francesa. Porque nosotros cuando nos juntamos, nos juntamos. Y así, qué prosa, nuestra nueva normalidad

¿Cuánto tiempo vamos a tener tapados nuestros derechos? Ya le pasó a J. L. David; con las convulsiones de la Revolución y las dificultades de financiación, no pudo terminar su obra. Esos más de 500 hombres reunidos para dotar a Francia de una Constitución, quedaron en un célebre pero debilitado boceto sin color con cuerpos difuminados. Célebres pero debilitados, derechos colgados en artículos. Porque eso le pasa al arte y al derecho. Nacidos de la imaginación, necesitan ser llevados a la realidad y al parecer en esta "nueva normalidad"... pintan poco.

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