"Espero que Valls solo piense en el bienestar de los barceloneses"

Cuando Pasqual Maragall, el alcalde de Barcelona durante las Olimpiadas del 92, asesorado por Oriol Bohigas, hizo varios encargos a prestigiosos arquitectos extranjeros, apareció un tufillo provinciano que se manifestó en contra.

Muchos argumentaron que aquí ya teníamos buenísimos arquitectos, que aquello no hacía falta. En la actualidad, sin embargo, todo el mundo reconoce que la idea de Maragall-Bohigas fue extraordinaria. Barcelona ganó mucho con aquellas singulares obras; los arquitectos aludidos las diseñaron con amor pensando únicamente en la ciudad.

Ahora, cuando salen a la luz feroces artículos sobre la candidatura de Manuel Valls a la alcaldía de Barcelona, pienso en todo aquello.

Con la candidatura de Manuel Valls, el aludido "tufillo provinciano" vuelve a aparecer. Si el socialista francés se presenta, yo le aconsejaría una cosa: que solo pensara en Barcelona y el bienestar de sus habitantes, es decir, lo mismo que hicieron aquellos brillantes arquitectos extranjeros las vigilias del 92.

Lo del independentismo es otra cosa.