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"No aprendemos: en Igualada obligan al trabajo presencial en el Consell Comarcal y el ayuntamiento"

Esta foto es del 12 de marzo y el límite hasta el confinamiento de la Conca de Òdena era hasta las 12 de la noche. La gente en pocas horas tenía que tomar la decisión de quedarse o marchase, gente de fuera que trabaja en la Conca, gente de la Conca que trabaja fuera, los que tenían la posibilidad de ir a otra vivienda fuera de la Conca, la decisión había que tomarla rápidamente y hubo largas colas de entrada y salida y mucha incertidumbre. Al terminar las fotos me fui para casa y el Mosso del control me preguntó extrañado si me quedaba dentro, yo contesté, ’pues sí, claro, yo vivo en Igualada’. 

Esta foto es del 12 de marzo y el límite hasta el confinamiento de la Conca de Òdena era hasta las 12 de la noche. La gente en pocas horas tenía que tomar la decisión de quedarse o marchase, gente de fuera que trabaja en la Conca, gente de la Conca que trabaja fuera, los que tenían la posibilidad de ir a otra vivienda fuera de la Conca, la decisión había que tomarla rápidamente y hubo largas colas de entrada y salida y mucha incertidumbre. Al terminar las fotos me fui para casa y el Mosso del control me preguntó extrañado si me quedaba dentro, yo contesté, ’pues sí, claro, yo vivo en Igualada’.  / MARC VILA

No aprendemos. En Igualada, epicentro del mayor foco de coronavirus de Catalunya, se están gestando las condiciones para un nuevo rebrote. Un rebrote anunciado. Y no será en residencias de ancianos, ni en hospitales, escuelas o empresas privadas. Será en las propias instituciones de gobierno municipal y comarcal: Ajuntament y Consell Comarcal. Por extraño que pueda parecer, los responsables políticos de estas instituciones han decidido reinstaurar el trabajo presencial para todos en sus oficinas.

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El lunes 6 de julio, el Consell Comarcal de l'Anoia impuso, por decreto político, que todos sus trabajadores realicen su trabajo presencialmente, en unas instalaciones cerradas donde lo más razonable es pensar que el virus podrá circular de nuevo a su antojo entre sus trabajadores, para extenderse después entre sus familias, mayores, vecinos y amigos.

¿No hemos aprendido nada de la experiencia sufrida? ¿Qué ha sido de los planes de contingencia sanitarios, qué ha pasado con las recomendaciones repetidas hasta la saciedad y de la experiencia acumulada de teletrabajos? No estamos hablando de fábricas, talleres o cadenas de producción, donde la presencia física no se puede suplir. Estamos hablando de trabajos administrativos de gestión y de coordinación, muchas de cuyas funciones se pueden realizar de forma telemática.

¿Quién decidió acumular a decenas de trabajadores en espacios cerrados con aire acondicionado recirculando y más de 30 grados al exterior? ¿Alguien piensa que se podrán mantener distancias de seguridad o uso de mascarillas durante ocho horas? ¿Se ha evaporado quizás el virus de nuestras vidas? ¿Disponemos ya de vacuna o de una curación milagrosa? ¿Es la pandemia una cosa del pasado? Los responsables de este absurdo han sido políticos, con nombres y apellidos, que no responderán ante nadie cuando se propague un nuevo foco del virus en Igualada. 

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